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La llegada de extranjeros crece un 3 % en plena pandemia y evita la caída del censo

La comarca posee 37.715 personas nacidas en otros países, un 12,4 % del total de habitantes

La comunidad musulmana de Alzira celenbra el fin del Ramadán, en una imagen de archivo. | VICENT M. PASTOR

La Ribera incrementó su número de habitantes el pasado año a pesar de contar con un saldo natural negativo y lo hizo gracias a los flujos migratorios. El censo de extranjeros creció en 2021 un casi un 3 %, incluso en plena pandemia y con las limitaciones que ello ha supuesto tanto a la hora de viajar como en la economías de muchas familias.

Como ya ha informado Levante-EMV en el pasado, la comarca perdería habitantes de forma progresiva si sus fronteras estuviesen blindadas. Cada año, mueren más personas de las que nacen. No obstante, el conjunto de los censos municipales del año 2021 publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) se incrementó con respecto al dato de 2020. Datos más recientes permiten cifrar el incremento de población extranjera que se ha empadronado en la Ribera en un 2,89 %.

La comarca contabiliza en sus padrones 37.715 personas que nacieron en otros países, frente a los 36.653 que reflejan los registros del año 2020. Aunque cabría esperar que fueran las grandes ciudades las que experimentasen, principalmente, un mayor incremento dada la fuerte cartera de servicios que ofrecen a los recién llegados, no es el caso. La población foránea creció un 47 % en Alcàntera al pasar de 95 a 140 habitantes. Con todo, esta solo representa el 10 % del censo, por debajo del dato comarcal, que se sitúa en el 12,4 %. Otras tres localidades de tamaño reducido concentran crecidas por encima del 20 %: Benimuslem (22,2 %), Sant Joanet (21%) y Sellent (22,7 %).Con todo, estas también se encuentran por debajo de la media comarcal en lo que a porcentaje de población extranjera sobre el total del censo se refiere.

El incremento en las grandes ciudades de la comarca se ha producido en una proporción menor. El más significativo es el de Cullera, donde el padrón de foráneos ha crecido un 2,3 % en un año hasta alcanzar las 4.425 pesonas. Esto supone el 19,5 % de la población. Un dato, el más elevado de la Ribera, que no sorprende dado el atractivo que representan las localidades de la costa mediterránea entre los extranjeros. El crecimiento ha sido de aproximadamente un 2 % en Alzira, mientras que en Carcaixent y Algemesí se sitúa cerca del 1,7 %. En Sueca ni siquiera llegó al 1 %.

Retrocesos

Aunque la tendencia general es al alza, son varias las localidades en las que el censo de extranjeros ha caído en un año. Los mayores retrocesos se cntran en Alfarp (13,1%) y en Antella (9,2 %). Los descensos se producen, especialmente, en poblaciones pequeñas, donde la diferencia entre ambos ejercicios de un par de personas. Es lo que ocurre en Benexida, Cotes o Tous, por ejemplo. El único municipio de cierta relevancia en el que se ha producido un descenso es L’Alcúdia, que con una variación del 5,3 % ha perdido en un año casi un centenar de vecinos de diversas nacionalidades.

Además de Cullera, hay otras localidades con un censo de extranjeros superior al 15 %. Montserrat (17,3 %) y Montroi (17%) se sitúan por debajo de la ciudad turística. En sus casos, cuentan con importantes colonias de vecinos británicos instalados en las urbanizaciones de chalés. También supera dicho porcentaje Massalavés, donde la población nacida en otros países alcanza el 16,1 %, y en Carlet (15,3 %).

La Ribera puede presumir de albergar comunidades culturales y étnicas diversas, aunque existen algunas que destacan por encima del resto debido a su mayor peso demográfico. En 21 de las 47 localidades, las tres nacionalidades que aportan más vecinos son la marroquí, la francesa y la rumana. Se trata de una tendencia que no varía con el paso de los años. Además, como mínimo una de las tres se encuentra presente entre las más comunes en todos los municipios. Sin embargo, no son las únicas.Entre los países con más presencia en los censos se encentran, también, Reino Unido, Ecuador, Argelia, Portugal, Colombia, Alemania, Argentina o Ucrania.

Se trata, en muchos casos, de comunidades con un gran arraigo y, por tanto, resulta complicado que se produzcan cambios significativos en las mayorías de un año para otro. De hecho, entre 2020 y 2021 ocurre solo en tres municipios. En Càrcer, en 2020, los marroquíes representaban la nacionalidad con mayor representación entre la población extranjera. Un año después son los rumanos los que ostentan una presencia mayor. En el caso de Cotes, el número de ucranianos supera ahora al resto, por encima de los portugueses, que representaban la mayoría en 2020. Por último, en Sellent, el censo de dominicanos supera al de frances. Se trata de poblaciones pequeñas, en las que la migración de una unidad familiar es suficiente para que se altere la estadística de forma tan significativa.

Los emigrantes mayoritarios sonmarroquíes, franceses y rumanos

Los movimientos de población apenas alteran qué comunidades son más numerosas

R.Sebastián. alzira

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