La alzireña Mónica Carrió ha roto otra barrera deportiva. Durante estos días se encuentra en el Campeonato del mundo Júnior Heraclion (Grecia ), lo que la convierte la primera mujer que después de su trayectoria deportiva consigue participar en un campeonato del mundo como juez.
Se trata de una hoja más en un currículum envidiable. Mónica Carrió fue la primera levantadora en ganar un Campeonato del mundo Júnior y la primera mujer en participar en unos Juegos Olímpicos en la que había participación femenina en el deporte de la halterofilia en Sydney 2000.
Se retiró del deporte de élite en el año 2001 ganando la medalla de plata en los Juegos del Mediterraneo de Tunez y compitiendo en lo que se convertiría en su último Mundial como levantadora en Antalya, Turquía. En el 2003 colgó las botas definitivamente ganando el Campeonato de España en la modalidad de arrancada y siendo invitada por el seleccionador nacional de aquel entonces Peter Poletaev para volver al equipo nacional la cual rechazó. Después de vivir diez años en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid le costó adaptarse a su ciudad natal Alzira y comenzó a realizar otras actividades.
Animada por su entrenador Julián Perea y con la insistencia del mismo a que siguiera vinculada al deporte de la halterofilia se interesó por estar en el otro lado de la tarima. Aprobó el examen básico que le otorgó el título de juez regional y empezó a realizar competiciones a nivel local, pasados tres años de experiencia aprobó el examen del ascenso a primera nacional. en el año 2010 y después de tres años más de experiencia se presentó al examen de juez internacional segunda categoría. en el 2019 por fin pudo acceder a la prueba que le dio el pasaporte a los mundiales y consiguió el título de juez internacional primera categoría.
