Los socios de las cooperativas agrarias de Alfarp y Llombai refrendaron el 21 de marzo el acuerdo de fusión que habían alcanzado los consejos rectores y la primera consecuencia constatable del proceso de concentración ha sido un goteo de solicitudes de alta de nuevos socios y, por tanto, de la superficie adscrita a la entidad, que finalmente se denominará Coalmar Fruits.
El primer presidente de la entidad resultante de la fusión, Salvador Cardete, ha cifrado en más de una treintena las altas de nuevos socios recibidas, que aportan alrededor de 400 hanegadas de terreno, lo que representa un aumento de la superficie de cultivo vinculada a la cooperativa de un 4 %. «Parece que hay confianza en la fusión», destacó Cardete, mientras detallaba que entre estos nuevos socios también hay agricultores de municipios limítrofes como Catadau, Carlet o l’Alcúdia. Cada una de las cooperativas contaba con 5.000 hanegadas de cultivo cuando se produjo la fusión, según fuentes de la entidad. El objetivo es crecer pero sin perder el control estrecho que se ha ejercido sobre la producción ya que se considera es una de las claves de éxito que han tenido ambas cooperativas.
Estas peticiones cuando todavía no se han cumplido tres meses de las asambleas que aprobaron la fusión -el acuerdo formal ante notario todavía está previsto que se firme la próxima semana- han sorprendido y a la vez reforzado la decisión de unir fuerzas. De las 400 hanegadas que aportan los nuevos socios, aproximadamente la mitad son de caqui y el otro 50 % de cítricos y fruta de verano. El caqui representa el 75 % de la producción anual de la cooperativa, estimada en 20 millones de kilos, si bien uno de los retos que que se plantea el consejo rector es no depender exclusivamente de un único cutivo.
Coalmar ha cerrado esta semana la primera campaña de fruta de verano tras la fusión, en la que ha trabajado tanto en el almacén de Llombai como en el de Alfarp. Salvador Cardete explicó que se ha derivado el melocón, que predomina en la zona, al almacén de Alfarp, mientras que la nectarina y el albaricoque se han trabajado en Llombai. «Así nos hemos evitado tener que hacer tantos cambios en el almacén, lo que siempre tiene un coste. Aunque no hemos cuantificado el ahorro, a simple vista se ve», señaló el presidente, que estimó la producción de fruta en casi 1,5 millones de kilos en una campaña complicada y con «algo de merma» debido a las intensas lluvias registradas y la falta de sol, si bien la falta de producción general por las heladas en otras zonas productoras han favorecido la comercialización de la fruta.
De cara a la campaña de caqui, con una producción estimada de 15 millones de kilos, la junta rectora de Coalmar también ha previsto trabajar con los dos almacenes, ante la necesidad de utilizar las cámaras de ambos y al valorar que resultaría muy complicado trabajar toda la producción en un solo.
Cardete señaló que los ajustes de personal tras la fusión han sido «mínimos» y si bien admitió que todavía se está pefilando la remodelacion, auguró que mientras no baje el trabajo «no va a sobrar mucho personal». El presidente destacó la gran coordinación que está habiendo en la junta rectora, conformada al 50 % por miembros de las dos cooperativas.
