La diferencia térmica es abismal, ya se compare con el ambiente o con el mar. El agua del Xúquer está más fría que de normal y puede incluso recordar a la costa atlántica. Un hecho que no ha pasado desapercibido para los bañistas, que se han refrescado más de lo que tenían previsto.
Los ecologistas de la comarca alertan que, en algunas zonas de Antella o Sumacàrcer la temperatura del agua baja incluso de los veinte grados, por lo que han reclamado explicaciones a la Confederación Hidrográfica del Júcar.
Como ya avanzó este diario hace unos días, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico manifestó su intención de soltar aguas frías de los embalses para reducir la temperatura de los ríos en los meses de verano, que pueden subir hasta 4 grados, y frenar el deterioro de los ecosistemas acuáticos. Se considera que la descarga de caudales desde los embalses de regulación no solo beneficia a las cuencas situadas aguas abajo, sino que también incrementaría la protección de las masas subterráneas conectadas con el sistema superficial, ríos y lagos que estén en riesgo. Aunque para los ecologistas alertan de que también puede alterar el ciclo natural del río una temperatura mucho más baja de lo normal durante esta época del año.
Tendencia contraria al mar
En Antella o Sumacàrcer, la temperatura del agua no ha pasado desapercibida para los bañistas, ya sean los propios vecinos o los llegados de otras localidades. El contraste térmico no es para menos. En la costa, las temperaturas son más suaves por la acción termorreguladora del mar y el agua alcanza ya, de media, temperaturas que rozan los treinta grados. Como si del Caribe se tratase. Por contra, en las playas fluviales de los parajes del interior de la comarca el mercurio puede rozar los cuartenta grados mientras el Xúquer ofrece un refrescante baño a unos veinte. O incluso menos.