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El calor, la falta de espacio y el cierre de consultorios saturan las Urgencias

Mil pacientes han reclamado asistencia en tres días y la espera para ingresar en una habitación era de hasta 24 horas, según denuncia el CSIF

Entrada de un paciente en el departamento de Urgencias del Hospital de la Ribera. | PERALES IBORRA

La tormenta perfecta desencadenada sobre la sanidad española por escasez de profesionales, las bajas y la extenuación provocada por las sucesivas oleadas del coronavirius ha encontrado más efectos perniciosos en la Ribera hasta convertir el verano de 2022 en uno de los periodos más inestables de los últimos años. Los turnos de vacaciones, la dificultad de encontrar sobre todo médicos para reforzar las mermadas plantillas y el cierre de los servicios que ofrecían algunos consultorios pese al aluvión de turistas que llenan la costa han provocado la saturación del departamento de Urgencias del Hospital de la Ribera, que todavía sufre las consecuencias del escaso tamaño con el que se diseñó el centro.

La congestión de Urgencias no es novedosa. El problema se ha cronificado. Ni la gestión privada ni la pública han solventado ese problema asistencial. El sindicato CSIF puso ayer cifras a la saturación del servicio: desde el viernes al lunes se han atendido más de un millar de pacientes. Ayer por la mañana había diecisiete enfermos a la espera de que se les asignaran una cama en una de las plantas de ingresos. «La escasa plantilla se halla extenuada y reclama refuerzos urgentes de personal para afrontar esta situación», aseveran los representantes de los trabajadores.

Las elevadas temperaturas tampoco han ayudado mucho a resolver este problema sistémico. El calor afecta especialmente a la salud de personas mayores. Y junto a ese factor hay otros desencadenantes: el incremento de contagios por la pandemia ante la relajación de las medidas de prevención y el considerable aumento de la población en zonas turísticas del litoral de la Ribera, tanto en las playas de Sueca como en Cullera. La insuficiente dotación de los centros de salud y consultorios auxiliares son factores que disparan los desplazamientos de usuarios a las Urgencias hospitalarias», subraya el CSIF.

El sindicato apunta que para hacer frente a esta situación el hospital cuenta con una escasa plantilla, ya que, por ejemplo, en los boxes de observación de Urgencias hay cuatro profesionales de Enfermería y tres técnicos en cuidados auxiliares de Enfermería (TCAE) de ocho de la mañana a ocho de la tarde.

El espacio disponible para la atención resulta demasiado reducido, al igual que las camas en planta, ya que algunos pacientes que requieren ser ingresados esperan hasta 24 horas en boxes antes de que sean trasladados a planta. Durante este tiempo son atendidos por el personal de boxes, que duplica su labor al hacerse cargo de quienes aguardan su ingreso y de los nuevos usuarios del servicio de Urgencias.

La central sindical recalca que a la escasez de espacio se suman la falta de plantilla, ya que a la insuficiencia de los refuerzos para cubrir turnos de vacaciones se añade que «debido a las condiciones laborales, profesionales del departamento dejan puestos fijos para marcharse a bolsas temporales de otros lugares. No se está cuidando a los trabajadores y estos se ven obligados a marcharse».

La central sindical urge a reforzar con más personal el hospital ante la situación de saturación que se está produciendo especialmente en este mes de julio «y que puede empeorar en agosto». El sindicato avisa del colapso que se puede producir por las carencias de plantilla y de espacio.

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