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Cullera se reencuentra con el concurso de pesca más antiguo de España

José María Dolz se impone en la categoría absoluta con 17,6 kilos en capturas

Uno de los participantes muestra las capturas. | JOAN GIMENO

Después de dos años sin poder celebrar el concurso de pesca más antiguo de España, l’Estany de Cullera volvía a acoger ayer su tradicional torneo de pesca a «l’Hamot» que este año cumplía su edición número cincuenta y nueve.

Un pescador, ayer, en l’Estany, durante el concurso. | JOAN GIMENO

El paraje está a la altura de un concurso único y especial que, salvo el paréntesis impuesto por la pandemia, cada 15 de agosto, festividad de la Asunción de la Virgen, hace que l’Estany de Cullera se convierta en el centro de atención para muchos aficionados. Un concurso que se viene celebrando desde mediados del siglo XX en una tradición que ha pasado de padres a hijos la tradición.

La organización corre a cargo, desde sus inicios, de la Sociedad Local de Pescadores Deportivos, fundada en 1873. En la actualidad está presidida por Agustín Font. Participan en el concurso desde hace muchos años los miembros de esta entidad, a la cual están inscritos aficionados a la pesca de toda la provincia de València y otros llegados de otros puntos del estado español, que aprovechan su estancia en la zona para pescar en un lugar tan atractivo como l’Estany.

Un ritual que se repite año tras año en un concurso único por sus características que se inicia con un tradicional almuerzo al que acuden los organizadores y las autoridades locales. Allí se monta toda infraestructura, tanto para las inscripciones como el almuerzo, así como el posterior pesaje de las piezas capturadas y la entrega de premios.

Este concurso se inicia a las 7 de la mañana, con el disparo de un cohete que marca el comienzo de la actividad pesquera, que empieza con la entrada de los pescadores a sus «barquets» valencianos.

Los miembros de la organización acercan a los participantes todo aquello que necesitan para pasar la mañana ya que durante las cinco horas largas que dura el concurso tienen que permanecer dentro del lago en su barco. Aquel que abandone su barco de pesca queda automáticamente eliminado.

Bendición del patrón

Uno de los momentos más intensos es el que se vive con el paseo de la imagen del patrón, San Andrés, por el lago acompañado por una comitiva de músicos y los miembros de la Asociación de Pescadores Deportivos. De esta forma, el santo acude a cada rincón del lago para dar su bendición a los pescadores.

La pesca a «l’Hamot» es una de las modalidades características de l’Estany, casi única y, como tal, desde la Asociación de Pescadores Deportivos de Cullera se defiende y se promociona. El concurso finaliza con el cohete que se lanza a las 12 del mediodía. A partir de ese momento los concursantes dejan de pescar, y empiezan a recoger sus aperos para preparar el pescado en las redes.

Los guardas del lago, junto con miembros de la organización, se encargan de ir, «barquet a barquet», recogiendo el pescado que han conseguido capturar los participantes.

Por lo que respeta a los premios, en la categoría absoluta ayer se impuso José María Dolz con un peso de 17,6 kg. La segunda posición fue para Roberto Escrivá con un total de 13,7 kilos, y José Luis Escrivá con 12,3 kg. La mayor pieza cobrada pesaba 1,6 kilogramos y la consiguió capturar Izan Climent.

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