Mismas circunstancias aunque, afortunadamente, distinto desenlace. La Cruz Roja, que ofrece el servicio de vigilancia y salvamento en las playas de Sueca, confirmó ayer que el bañista rescatado el martes con síntomas de ahogamiento en La Llastra se había adentrado en el mar persiguiendo una pelota arrastrada por el viento de poniente hasta que se sintió fatigado y sin fuerzas, lo que dio lugar a momentos críticos. La rápida intervención de los socorristas que acudieron en auxilio de este varón de 77 años evitó una desgracia mayor.

Se da la circunstancia de que apenas tres días antes y a pocos kilómetros de allí, en la playa del Dosel de Cullera, fallecía un hombre de 40 años que también se adentró en el mar en busca de una pelota que había arrastrado la corriente mientras jugaba con algunos familiares, según confirmó la Guardia Civil. En este caso, los servicios de salvamento ya nada pudieron hacer por reanimar a la víctima, residente en Alzira aunque de nacionalidad marroquí.

La Cruz Roja recordó ayer la necesidad de tener la máxima precaución en el mar y señalaron que cuando ondea la bandera amarilla «es por algo», ya que aunque no haya olas puede haber corrientes en el mar que resulten peligrosas. En este sentido instaron a los bañistas a atender las recomendaciones de precuación cuando los socorristas izan las banderas amarilla o roja.

En el caso de la Llastra, los servicios de salvamento lograron salvar al bañista que presentaba síntomas de ahogamiento pero, como informó Levante-EMV, la Ribera ha registrado en lo que va de verano tres víctimas mortales, dos en playas de Cullera y una en las aguas del Xúquer en Sumacàrcer. En uno de los casos se apunta a una muerte natural mientras nadaba en el mar y, en el caso del fallecido en el río, se cree que un corte de digestión provocó una indisposición con un desenlace fatal.