El Family Cash Alzira FS recibe este sábado (19:00 horas en el Palau d’Esports) al líder de Segunda, el Peñíscola, con la moral alta tras el primer triunfo a domicilio y con la prudencia de aquel que se enfrenta a uno de los mejores equipos de la categoría. La misión de los jugadores de Braulio Correal va a ser muy clara: derribar una muralla que parece inexpugnable.

Es cierto que solo han pasado cuatro jornadas, pero los castellonenses se postulan como uno de los conjuntos llamados a estar en la zona noble y hacerse un hueco en Primera. Abrieron la temporada con un 2-6 a El Ejido, continuaron con un 5-2 al CDE El Valle, a eso le añadieron un 1-4 al Gran Canaria y, por último, un 9-2 al O Parrulo. Un comienzo arrollador que deja un balance de cuatro triunfos, 24 goles a favor y solo siete en contra.

Los ribereños, por su parte, llegan a la cita tras conquistar el pabellón del Full Energía Zaragoza. Una victoria (3-5) que el equipo necesitaba para evitar entrar en una mala dinámica lejos del Palau, donde hasta la fecha ha ganado los dos partidos que ha disputado. Y buscará el tercer triunfo, aunque no será fácil. Antecedentes a su favor, sin embargo, existen. Curiosamente, hace un año casi exacto (fue un 16 de octubre en vez de un 15). El Family realizó un partido muy serio. Rubi y Parreño anotaron los goles. Un jovencísimo Adrián Maseres, con solo 16 años, fue un espectáculo bajo palos. Encajó un único tanto y desquició a sus rivales.

Un derbi autonómico de gran nivel que promete emoción a raudales. Para la convocatoria, Correal recupera al cullerense Joan Miguel, que se perdió el choque en Zaragoza por problemas físicos.