Aguas Vivas se deteriora ante el retraso del Consell en adquirirlo

El conseller España destaca la «complejidad administrativa» que requiere la transacción

El patio porticado del monasterio lleno de maleza.

El patio porticado del monasterio lleno de maleza. / VICENT M PASTOR

Pascual Fandos

El conseller de Hacienda, Arcadi España, confirmó ayer durante la visita a la nueva planta de probióticos de ADM en Carcaixent que la Generalitat Valenciana mantiene conversaciones con la propiedad del Monasterio de Santa Maria d’Aigües Vives, a través del administrador concursal, con la «voluntad» de adquirir este inmueble declarado Bien de Interés Cultural (BIC), siguiendo el mandato de los primeros presupuestos participativos que impulsó el propio Consell, si bien ha señalado que existe una «complejidad administrativa» que se trata de salvar para incoar el oportuno expediente de adquisición. Mientras la operación alcanza buen puerto, el antiguo cenobio agrava su estado deterioro, especialmente durante episodios de lluvias como los que se viven durante estos días.

España ha detallado que la propiedad está dividida en dos parcelas y que, si bien la que ocupa el monasterio «no tiene ninguna complejidad jurídica», no sucede lo mismo con la otra. «Hay que formular qué es lo que la Generalitat Valenciana quiere comprar, clarificar bien la posición de los propietarios y, a partir de ahí, tendrán que presentarnos una propuesta para poder valorarla y ver la viabilidad de sus propuestas», ha indicado el conseller, mientras incidía en la voluntad del gobierno valenciano en que este edificio se integre en el patrimonio público.

La falta de mantenimiento desde que la empresa que gestionaba el recinto como una sala de banquetes cesó su actividad ha provocado un progresivo deterioro de este conjunto histórico ubicado en el valle de Aigües Vives, cuya fundación se remonta al siglo XVI, agravado por algunos robos en el inmueble. Esa preocupación social se plasmó en los presupuestos participativos, con una propuesta de adquisición y reforma que frenara su deterioro. El edificio sigue a la espera de una intervención de urgencia que anunció Cultura para evitar que episodios de lluvia como el que se espera esta semana agrave las filtraciones y los daños en el interior.

Ni rastro en el presupuesto de la Generalitat

El gobierno valenciano no ha contemplado en el presupuesto de 2023 una partida concreta para la adquisición del monasterio, cuya compra reclamaron los vecinos de la Ribera a través de los presupuestos participativos del Consell de 2022. Ausencia que motivó las quejas de Compromís, socio mayoritario en el Ayuntamiento de Carcaixent, si bien desde el área de Hacienda replicaron que la ausencia de una asignación concreta no implicaba que no se contemplara la compra ya que existían otras alternativas para poderla materializar este año. El Síndic de Greuges ya alertó a la Generalitat en 2020 sobre la situación del inmueble y le emplazó a frenar el deterioro

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