La Ribera saldó 2023 con más personas empleadas y empresas registradas en la Seguridad Social de las que existían al cierre del 2022. Un dato que pone de manifiesto la expansión experimentada por el mercado laboral y el tejido industrial de la comarca, a pesar de haber sido un año marcado por la elevada inflación y los conflictos internacionales.
El crecimiento anual protagonizado por la masa trabajadora en la Ribera se situó en el 1,8 %, al pasar de 104.414 cotizantes al finalizar el cuarto trimestre del 2022 a 106.326 en el mismo periodo de 2023. La cifra de personas con empleo del cierre del pasado año representa, además de un aumento en la comparativa anual, el mejor dato en dos años, ya que hay que remontarse hasta el último trimestre de 2021 para encontrar un valor más elevado (107.221).
La Ribera registra el mejor cierre del año para el empleo desde 2007
Por tanto, 2023 fue un año expansión para el mercado laboral. De hecho, el último trimestre podría haber marcado un registro mayor de haber mantenido la tendencia anual. El tercer trimestre, por ejemplo, se saldó con algo más de cien mil personas dadas de alta en la Seguridad Social. En aquel momento significó anotar el mejor tercer trimestre desde 2017 y el segundo mejor dato en más de una década. Con todo, el crecimiento experimentado en el último tramo del año (de un 5,6 % entre septiembre y diciembre), no ha sido suficiente para acabar 2023 con un incremento mayor.
A estos datos hay que sumar el hecho de que el mes de diciembre representó, además, el mejor cierre de un año para el paro en la comarca. Las 16.214 personas inscritas como demandantes de empleo marcaron el nivel más bajo en un cierre de año desde 2007.
Mejor dato, en verano
También ha experimentado un crecimiento anual, aunque en menor proporción, el volumen de empresas registradas en la Seguridad Social. En concreto, el incremento entre 2022 y 2023 ha sido del 0,25 %. Una variación ínfima que, en la práctica, se traduce en veinte firmas más al cierre del año pasado en comparación con el anterior. Mientras que 2022 se cerró con 7.738, doce meses después la cifra ascendía a 7.758.
De hecho, a pesar del crecimiento con respecto a 2022, lo cierto es que la tendencia seguida por el registro de mercantiles difiere de lo ocurrido con la mano de obra. Mientras que el último trimestre de 2023 marcó el punto más álgido del año para el empleo, no fue así entre las empresas. De hecho, a las puertas del verano la cifra era mayor, pues la Seguridad Social contaba 7.973 negocios inscritos en la comarca al cierre del segundo trimestre. Así pues, el cierre del ejercicio representó una ligera mejora con el mismo periodo del año anterior, pero no supuso el mejor momento para las mercantiles de la Ribera.
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Con todo, la apertura y cierre de empresas es constante y las variaciones se sitúan en una horquilla de entre 7.500 y 8.200, cifras que marcan el valor más bajo y el más elevado que se han registrado en los últimos siete años. A lo largo de dicho periodo, el volumen de negocios operativos en la Ribera ha crecido y se ha reducido sin seguir una tendencia concreta.
Caen los autónomos
En contraposición a lo sucedido con empresas y trabajadores, el número de personas inscritas como autónomas descendió ligeramente entre los años 2022 y 2023. Mientras que el primero de los años se cerró con 10.813, doce meses más tarde la cifra se había reducido hasta las 10.753. Una variación negativa del 0,55 % que tampoco representa un movimiento significativo. Durante los últimos seis años, de hecho, el volumen de personas autónomas se ha mantenido en valores que oscilaban entre 10.700 y 10.800, con un pico por encima de 10.900 a finales del año 2020.