Es tanto el deseo de que la carretera nacional 332 deje de atravesar los cascos urbanos de Oliva, Bellreguard, Palmera y l'Alqueria de la Comtessa que al Grupo de Movilidad de la Agenda 21 de Oliva se le ocurrió poner en marcha una especie de cuenta atrás. Y qué mejor que iniciar ese marcador con el número mil, una cifra de lo más redonda.

Porque mil son exactamente los días que faltan para que la autopista AP-7, que recorre el litoral valenciano, deje de ser de peaje, y será entonces, si el Gobierno de España no dice lo contrario, cuando esa vía podrá ejercer las funciones de una circunvalación que el Ministerio de Fomento ha prometido durante muchos años y que no solo no ha ejecutado, sino que ya ha retirado de sus planes de futuras obras.

Asumido por parte de los ayuntamientos y de miles de vecinos que no hay más opción que esperar que pasen los mil días que faltan hasta el 1 de enero de 2020 para que los camiones dejen de atravesar sus casos urbanos, ayer alcaldes o representantes estas cuatro localidades, junto a concejales y ciudadanos en general, se concentraron en las puertas del Ayuntamiento de Oliva para escenificar esa reivindicación.

La protesta era triple. Por una parte, pretendía llamar la atención del Gobierno español para que no prolongue ni un día más el peaje de la autopista. En segundo lugar, lamentar y criticar que durante décadas el Ministerio de Fomento haya ejecutado miles de kilómetros de autovías y carreteras en toda España y que no haya tenido a bien realizar la circunvalación que el sur de la Safor necesitaba, lo que supone una discriminación con respecto al resto de ciudadanos. Y, finalmente, para exigir que ahora Fomento tiene la misión de construir antes del 1 de 4 enero de 2020 el acceso previsto al sur de Oliva para que los coches y camiones que circulan por la N-332 puedan entrar en la autopista y no tengan que verse obligados a seguir atravesando la ciudad.

Retraso en el acceso sur

Sobre este último proyecto, valorado en 29 millones de euros, Fomento ya empieza a fallar. Como publicó este periódico hace tres semanas, ya debería haber aprobado el plan y sacarlo a licitación porque está previsto que las obras duren alrededor de dos años. Es muy probable, por lo tanto, que el último incumplimiento del ministerio aún esté por escribir y cuando la autopista sea gratis no haya terminado las obras de esta importante conexión.

El problema de las travesías urbanas de las carreteras N-332 y N-340 afectan a muchas otras localidades de la Comunitat Valenciana, pero casi ninguno con una incidencia tan negativa como el que se produce en la comarca de la Safor. Recorrer los ocho kilómetros que separan las ciudades de Gandia y Oliva requieren en ocasiones cerca de media hora, un lapso que aún puede hacerse más largo y más desesperante en los meses del verano.

Políticos, empresarios y ciudadanos en general han clamado en el desierto durante años sin tener respuesta de un gobierno que, en este aspecto, les ha ignorado.

Alcaldes, concejales y ciudadanos de Oliva, Bellreguard, Palmera y l'Alqueria de la Comtessa