Un total de 1.477 niños empezarán su etapa escolar el próximo curso 2017-2018 en la comarca de la Safor. Son los que se incorporan a las aulas de Educación Infantil de tres años, es decir, los que nacieron durante el 2014.

Será la primera vez en los seis últimos años en que crecerá el número de pequeños que inician este ciclo de enseñanza en los centros de referencia de los 31 municipios de la Safor, en tanto que entre 2011 y 2016 se registró un descenso continuo, debido, como es lógico, a la bajada de la natalidad y al éxodo de un gran número de inmigrantes.

Así, según los datos del Institut Valencià d'Estadística (IVE), el próximo septiembre se incorporan al sistema educativo 101 niños y niñas más que en el curso en vigor (1.376), que está a dos meses de llegar a su fin. Estas cifras son opuestas a la estadística registrada en la Comunitat Valenciana, con el número de pequeños que inician su andadura escolar más bajo en los últimos doce cursos.

El que se registrará de cara al nuevo año supone un incremento más bien ligero pero que indica un cambio de tendencia claro respecto a los periodos anteriores. No en vano, el ejercicio 2016-2017 se registró la cifra de escolares de infantil de tres años más baja de los últimos quince años.

Estos datos sin duda, van a influir en el arreglo escolar que prepara la Conselleria de Educación, un documento que, por cierto, aún no se ha hecho público, a pesar de que en los cursos anteriores se solían conocer alrededor del mes de febrero. Ese retraso se debe, según explicó a Levante-EMV el permanente en la Safor del Sindicat de Treballdors de l'Enssenyament del País Valencià (Stepv), Àlex Vercher, a que el departamento que dirige Vicent Marzà está llevando a cabo un estudio exhaustivo que permita conocer con exactitud cuál es la realidad educativa en la C. Valenciana. Se espera, por tanto, que la próxima semana se den a conocer los datos, en tanto que el próximo 22 de mayo se abre el plazo para las inscripciones de cara al nuevo curso.

Pese al incremento registrado de cara al nuevo curso, las cifras están aún muy lejos de las que se registraban en ejercicios anteriores como el de 2011, cuando estaban llamados a iniciar su andadura escolar 2.056 pequeños, los nacidos en 2008. Fue la cifra más alta en décadas. A partir de ahí se inició el descenso.

El arreglo escolar es el número de aulas, y por tanto de plazas, que la Generalitat habilita cada año para todo el sistema educativo. En este documento se especifica si se suman o restan unidades en los centros escolares de infantil y primaria.

Desde el propio Stepv confían en que para el próximo periodo escolar no haya supresiones y que, al menos, se mantengan las mismas unidades, tanto en la comarca como en toda la Comunitat Valenciana. El temor, sin embargo, se encuentra en el descenso generalizado del número de alumnos a matricular (no en el caso de la Safor), por lo que desde la entidad han pedido que se reduzca la ratio de alumnos por aula a 20 con el fin de evitar la desaparición de unidades. Actualmente se permiten hasta 25 niños y niñas por clase.

El mayor número de aulas suprimidas se produjo durante los últimos cuatro años del PP en el gobierno de la Generalitat. La progresiva merma del número de niños a escolarizar en Educación Infantil se tradujo en el cierre de aulas, especialmente en la enseñanza pública. En el curso 2012-13, en el que más niños y niñas de tres años había, se incrementó hasta en un 20 % la ratio máxima de alumnos por aula al elevarla de 25 a 30 escolares.

Un curso de cambios

El que empezará el próximo mes de septiembre va a ser un curso lleno de cambios para los pequeños. Para empezar, en 19 centros de la comarca de la Safor se implanta la nueva jornada continua, con clases lectivas solo por las mañanas y las tardes reservadas para actividades extraescolares. Tras la votación llevada a cabo el pasado 4 de abril, la mitad de colegios dispondrán de ese nuevo sistema a partir de ahora.

Por otra parte, las aulas de infantil de 3 años empezarán a implantar el nuevo decreto de plurilingüismo impulsado por Marzà, aún sin protagonismo del inglés.