La alcaldesa de Gandia, Diana Morant, fue una de las protagonistas de la presentación del anteproyecto de Ley de Turismo, que tuvo lugar ayer en el Palau de la Generalitat. Morant fue invitada por el Consell presidido por Ximo Puig como representante del municipialismo. Según apuntaron desde el Ayuntamiento de Gandia, su presencia supone «un reconocimiento a sus políticas turísticas, las cuales están cultivando excelentes resultados y cifras récord en ocupación hotelera».

Además del propio Puig, el acto contó con la presencia del secretario autonómico de la Agència Valenciana de Turisme, Francesc Colomer, el presidente de Hosbec, Antonio Mayor, y Domingo Mayor, quien habló en nombre de las universidades.

Durante su intervención ante autoridades y representantes del sector empresarial turístico valenciano, Morant destacó la necesidad de abordar «una renovación» de las ciudades turísticas «con propuestas turísticas enfocadas a las demandas del visitante actual», indicaron en el comunicado. «Unas ciudades que también necesitan una norma innovadora como la que hoy presentamos, que garantice la sostenibilidad, la calidad y la competitividad turística».

Morant cree que los municipios están ante el reto de dar la vuelta a la situación después de un modelo basado en el hormigón. «Ahora es el momento de hacer hincapié en nuestros valores, en el prestigio y la reputación de nuestros municipios, en nuestro ADN, en nuestras costumbres y demostrar que llevamos la honestidad y la humildad como bandera. No queremos ser más de lo que somos o lo que tenemos. Ni convertirnos en aquello que no nos identifica como valencianos. Creemos en la ética del turismo, en el respeto, la responsabilidad social, la igualdad y la cordialidad».

La alcaldesa considera que es necesaria una norma en la que tomen protagonismo cuestiones como la hospitalidad, las consecuencias del cambio climático, los nuevos modelos empresariales, la valoración del territorio y del paisaje, la relevancia de la cultura y tradición local, y la cooperación para fomentar un producto «diversificado y diferencial».

Para Morant, ha llegado el momenot de «evolucionar» y, sobre todo, «dejar de lado el relato turístico que peca de economicista y obvia los indicadores sociales». Por ello, señaló, lo que pretende la ley es «dejar escrito lo que somos, nuestra manera de entender la vida y en el que deseamos convertirnos». La intención, concluyó Morant, es «conquistar el turista con nuestra singularidad».