Tras un titánico trabajo de recopilación, la organizadora ha podido hilar una muestra en la que se recoge indumentaria de hace 200 años. La exposición muestra ejemplos de vestimenta para cada ocasión.

¿Cual es el objetivo de esta exposición?

Acercar a todos los públicos los vestidos tradicionales valencianos que realmente se usaban hace doscientos años en nuestras tierras. Se trata de que todo el mundo pueda conocer la gran variedad de vestidos que existían dependiendo de la ocasión y la época del año en que lo vistieran.

¿Qué tipo de indumentaria se usaba en Tavernes?

Por su proximidad al mar y su buen clima, se utilizaban ropas más ligeras, tanto de trabajo como para celebraciones. Justillos y jubones para las mujeres, igual que en el interior de nuestra tierra; y cretonas o sedas, dependiendo de la ocasión. Y para los hombres, saragüell o calzones de color. Aunque todo esto es más largo de explicar de lo que parece.

¿Ha sido laborioso el trabajo de recopilar todos estos trajes?

No puede imaginar hasta qué punto. Hemos tratado de ser muy fieles a la verdadera indumentaria tradicional, eligiendo prendas que han sido cosidas siguiendo patrones antiguos y sin ningún tipo de innovación. Se trata de una recopilación de ropa muy amplia que abarca todas las estaciones del año, ropa interior de la época, de trabajo y de ceremonia.

¿Está recuperándose la indumentaria en diferentes celebraciones a lo largo del año?

La verdad es que no demasiado. Los grupos de danzas están siendo los encargados de mantener la indumentaria a l'antiga y, en su mayoría, están haciendo una gran labor. Es verdad que cada vez más a menudo podemos ver a figuras como la Fallera Mayor de Valencia vistiendo un vestido del s. XVIII de forma apropiada, pero todavía estamos muy lejos de ver vestidos realmente tradicionales en las celebraciones de nuestra tierra.

¿Qué pieza destaca más en esta exposición?

La Basquiña fue la reina de la inauguración y de la que todos hablaron. La basquiña era una prenda de cubrir, una falda, de color negro o un color muy oscuro. Era la prenda más elegante que podía tener una mujer en aquella época y se confeccionaba con un damasco, seda, o paño, dependiendo de la capacidad económica de la familia. Se ponía encima de otra falda de seda de color y se completaba con un jubón de manga larga al gusto de la mujer. Era un vestido de ceremonia, no de luto, y muy frecuentemente se utilizaba como vestido de novia.