Este es un curso especial para la comunidad educativa del instituto Jaume II el Just de Tavernes de la Valldigna, que se conmemoran los 50 años de existencia.

Se trata de un aniversario agridulce, que mezcla la alegría por la propia efeméride con la incertidumbre sobre el futuro de un edificio que ya acusa sobradamente su medio siglo de vida. Si se cumplen las previsiones de la Generalitat y el propio ayuntamiento, este centro, tal y como está actualmente, celebrará pocos aniversarios más.

Hace unas semanas, la Conselleria de Educación confirmaba que el centro será derruido en su totalidad y vuelto a levantar dentro del programa Edificant, que prevé una inversión de 700 millones de euros en la construcción y rehabilitación de colegios e institutos de toda la Comunitat Valenciana.

El IES Jaume II «el Just» llega a los cincuenta años en una situación muy precaria y con un gran número de problemas que se van arreglando con parches. Eso, sin embargo, no ha quitado las ganas de celebrar el medio siglo a la comunidad educativa, que ha preparado una serie de actividades que arrancaron el pasado año.

Arrancaron en septiembre pasado con la visita del conseller Vicent Marzá y concluirán con un encuentro de todas las promociones de este centro a lo largo de estas cinco décadas a finales del mes de junio de 2018. Pero entre estos dos actos de inicio y fin de la celebración de esta efeméride, se colarán entre medias charlas, actividades culturales, proyecciones y exposiciones con imágenes que recogen la historia del centro.

Las primeras clases en el Jaume II se impartieron en 1967. Hace más de 50 años, en Tavernes de la Valldigna, eran muy pocos los niños y las niñas que estudiaban bachillerato. Quienes lo hacía, o bien estaban internos en colegios de València o se preparaban en alguna academia e iban a examinarse por libre al instituto de Xàtiva. Evidentemente, la gente más modesta no lo tenía nada fácil y pronto, a los 14 años o antes, se ponían a trabajar para ayudar en casa.

El plan de estudios de aquella época constaba de 4 cursos de Bachillerato, partiendo del elemental desde los diez u once años hasta el COU que finalizaba a los 18 años. En la década de los 60, en plena dictadura franquista, el régimen inició un «Plan de Desarrollo económico y social» y se proyectó la construcción de muchos centros educativos. El 7 de enero de 1965 al Ayuntamiento de Tavernes llegó una carta del Director General de Enseñanza Media en la cual se proponía la creación de un instituto, si previamente el Consistorio cedía al Ministerio de Educación un solar para construirlo, de una superficie mínima de 6.500 metros cuadrados.

El Ayuntamiento, presidido entonces por el Alcalde Amado Vila Giner, acogió la propuesta favorablemente y se iniciaron las gestiones para comprar los terrenos. El 28 de octubre de 1965 se acordó ceder al Ministerio 11.824 metros cuadrados de la partida del camino la Dula, comprados a cuatro propietarios diferentes, por un valor de 585.684 pesetas. En 1966 se adjudicaron las obras por un presupuesto de 5.703.370 pesetas. El 1 de septiembre de 1967 se iniciaban las actividades administrativas y un mes después las clases.

El centro fue creado para unos 400 estudiantes de bachiller pero el curso 71-72 ya tenía 524. El primer edificio constaba sólo de las dependencias que rodean el actual jardín ante el bar, que era entonces un pequeño gimnasio. El curso 1974-75 el centro vallero fue nombrado Instituto Nacional de Bachillerato mixto de Tavernes de Valldigna. Entonces ya se impartía también el Bachillerato Superior y el COU, por lo que se amplió con un nuevo aulario, laboratorios, salón de actos y, finalmente dos gimnasios, hasta llegar a tener el nombre de Jaume II el Just.