La Diputació de València va a acabar la actual legislatura como la inició, con un Plan de Inversiones Finacieramente Sostenibles que dejará más de tres millones de euros a los municipios de la Safor y que servirá para que los ayuntamientos puedan afrontar el año electoral con proyectos recién inaugurados, renovados o en vistas de estar listos en breve. Es decir, con obras que lucir antes de que el periodo preelectoral impide que los alcaldes y concejales puedan hacerse la foto con la flamante infraestructura.

El ente provincial ha dejado «libertad absoluta» a los municipios para que inviertan este nuevo plan en proyectos que deben estar inaugurados antes del 31 de diciembre del 2019. También se puede destinar ese dinero a obras que estén en marcha o que ya estén finalizadas siempre y cuando empezaran después del 1 de enero de este año.

Este catálogo de obras y servicios, indican desde la Diputación de València, incluye desde la mejora de redes de abastecimiento de agua y alcantarillado hasta la renovación de instalaciones deportivas, pasando por recogida y tratamiento de residuos, energía, iluminación pública, gestión del conocimiento, promoción turística, comercio, parques y jardines, ordenación del tráfico, equipamientos culturales, carreteras y caminos, protección del patrimonio e intervención en colegios de Infantil y Primaria.

De momento, no han trascendido los proyectos concretos a los que cada una de las localidades de la Safor destinarán las ayudas, que son de una cuantía importante. Ahora tendrán que ser los plenos municipales los que decidan las prioridades que tienen para dar uso a esas ayudas.

Lo cierto es que con esta nueva inyección de dinero y con las que a lo largo de la legislatura han llegado de parte de la Diputación de València, los actuales gobiernos locales disponen de un nuevo impulso para rematar sus cuatro últimos años de gestión con diferentes proyectos.

Por volumen de población, el municipio que más dinero recibe es Oliva, con 202.775 euros, seguido de Tavernes, con algo más de 175.000. Gandia queda fuera de estas ayudas.

En la presentación de este nuevo plan IFS, el presidente, Jorge Rodríguez, apuntaba que «desde el primer momento tuvimos claro que el superávit debía reinventarse en las personas antes de terminar en los bancos para amortizar una deuda que no hemos dejado de reducir, hasta convertirnos en una de las administraciones más saneadas de España».

Por su parte, la vicepresidenta, Maria Josep Amigó, hizo hincapié en que estos planes «sirven para paliar el déficit de financiación de nuestros pueblos y ciudades, que ha imposibilitado en muchos casos la prestación de servicios básicos de calidad».

En total, la Diputación de València invertirá en este nuevo plan 35 millones de euros, de los cuales 33 están destinados a municipios de menos de 50.000 habitantes y el resto para los más grandes y las pedanías de València.