El Gobierno de Oliva sufrió ayer un nuevo sobresalto, el segundo importante de esta legislatura, pero, como ocurrió hace nueves meses, todo apunta a que las aguas, de una manera u otra, no se van a salir de su cauce.

Pepe Salazar, el concejal de Gent d'Oliva, comunicó al alcalde, David González, de Compromís, que da por acabado el pacto de Gobierno que ha permitido gestionar el consistorio gracias a la suma de los votos de Compromís, Projecte Ciutadans d'Oliva, Gent d'Oliva y Esquerra Unida-Acord Ciutadà. Pero en ese anuncio de ruptura de gobierno Salazar no renuncia explícitamente a sus responsabilidades y, por lo tanto, al sueldo que percibe.

A mediodía de ayer el representante municipal, que dirige las áreas de Comercio, Consumo, Mercado y Fiestas, comunicó al alcalde que su partido «se desvincula» del pacto que, tras las pasadas elecciones, evitó que gobernara el PP, y le trasladó a David González que decida si sigue dirigiendo las concejalías que ha llevado hasta ahora.

En conversación con este periódico, el alcalde señaló que, si bien quiere analizar esta situación con los concejales del grupo de Compromís, es partidario de que Salazar siga en el Gobierno local y mantenga sus competencias. Es decir, lo va a destituir. «Creo que lo conveniente es ser fieles al pacto de Gobierno que firmamos y así contribuir a la estabilidad del Ayuntamiento de Oliva hasta el final de la legislatura», dijo González, en una declaración que apunta claramente a dejar que pase la tormenta política y que sean las elecciones de mayo del año que viene las que recompongan el mapa de los grupos municipales y derive en un nuevo gobierno.

De la misma manera actuó la primera autoridad local cuando, en octubre del año pasado, tuvo que afrontar la otra crisis de su mandato a raíz de la decisión de los concejales de Projecte Ciutadans d'Oliva de abandonar la Junta de Gobierno pero manteniendo sus cargos al frente de importantes departamentos municipales. Aunque Pepe Salazar pidió al alcalde que les destituyera, David González optó por mantenerlos y, además, que extendió al PP al PSPV-PSOE el ofrecimiento de integrarse en la Junta de Gobierno. Esos dos grupos rechazaron la propuesta.

Relación entre Gent y Projecte

La relación entre Projecte Oliva y Gent d'Oliva está en el origen de este último capítulo. Para «desvincularse» del pacto de Gobierno el concejal Pepe Salazar argumenta ahora la «mala gestión» de los cuatro representantes de Projecte Ciutadans. «La gota que ha colmado el vaso», dice Salazar, es que hayan aparecido varios ataúdes a la vista junto al cementerio municipal y que Projecte aún no haya dado su visto bueno para aprobar el presupuesto municipal de 2018. «Llevamos mucho tiempo sufriendo la mala gestión de Projecte Oliva, con el concejal Blai Peiró a la cabeza», dijo ayer el representante de Gent d'Oliva.

En respuesta a esas acusaciones, el propio Blai Peiró señaló ayer a este periódico que lo de los ataúdes se debió a la actuación de un trabajador pese a que existe un gran contenedor para situar esos elementos, y que el presupuesto de 2018 no tiene el voto afirmativo de su grupo «porque todavía estamos negociándolo».