Las desavenencias en el seno del Gobierno local de Oliva, y concretamente entre el concejal de Hacienda, Vicent Canet, de Compromís, y el grupo de Projecte Ciutadans d´Oliva, ha abierto en canal la crisis latente que se viene vislumbrando desde hace meses. Esa crisis se traduce en que el Gobierno local, formado por Compromís, Projecte Ciutadans, Gent d´Oliva y EU-Acord Ciutadà, no puede aprobar el presupuesto de 2018. Aunque Oliva siempre ha llevado a cabo ese trámite con cierta tardanza, es posible que en este caso acabe el año sin las cuentas aprobadas.

Las consecuencias son muchas. Desde no poder concretar inversiones que no estén consignadas a no incrementar el salario de funcionarios. De no pagar las ayudas y subvenciones a entidades festivas, culturales o deportivas a no hacer frente a las facturas de los proveedores municipales. De no poder abrir el concurso para la recogida de la basura y la limpieza viaria a recortar en ayudas a familias y personas acogidas a programas de Servicios Sociales. Todo, obviamente, con la derivada de que, a medida que pase el tiempo, los problemas se agravan.

El presupuesto no se aprueba porque el concejal de Hacienda, obviamente respaldado por el alcalde, David González, no quiere llevar ese documento al pleno sin tener la garantía de contar con al menos los once votos de los grupos que forman el Gobierno local.

Y, en eso, la nota discordante la da el grupo de Projecte Ciutadans d´Oliva, que no ha garantizado el voto a favor de los cuatro concejales que lo forman. Blai Peiró, portavoz de esa formación, señaló ayer a este periódico que desde hace semanas le trasladada al concejal de Hacienda sus condiciones. Al margen de que quiere concretar algunos aspectos de las partidas presupuestarias, Projecte exige, en primer lugar, la convocatoria de una comisión en la que todos los grupos políticos de Oliva puedan expresar su opinión sobre el presupuesto de 2018. Y, en segundo, que otra reunión con los sindicatos permita conocer su criterio sobre la plantilla de personal. «Me parece surrealista que se achaque toda la culpa a Projecte Ciutadans cuando pienso que el concejal de Hacienda alguna responsabilidad tendrá», indicó Peiró, quien añadió que «nosotros no hemos negado los votos» a ese presupuesto, sino exigido «que se sigan los trámites normales».

El resto de grupos del Gobierno local, sin embargo, ven las cosas diferentes y, con más o menos insistencia, sí culpan a Projecte Ciutadans de ser el causante de la crisis. Tanto el alcalde González como el concejal Canet insisten en que un presupuesto primero se debate y consensúa en el seno del Gobierno local que apoya la gestión, y señalan que desde marzo Projecte Ciutadans tiene las cuentas para que aporte las mejoras que considere, algo que, según añaden los responsables de Compromís, este grupo no ha hecho.

Más duro todavía se mostró Pepe Salazar, de Gent d´Oliva, quien señala que, de esta crisis, «toda la culpa es de Projecte Ciutadans» porque «todos tenemos el presupuesto desde hace seis meses», y añade que los argumentos de Blai Peiró son «excusas de mal pagador» que trae como consecuencia «que los proveedores no puedan cobrar» y que se genere «un colapso en toda regla» en el Ayuntamiento de Oliva.

Àlex Salort, de EU-Acord Ciutadà, baja el tono pero, en cierta medida, también responsabiliza a Projecte Ciutadans porque considera que sus demandas «las tendría que haber hecho antes» y no llegar al mes de julio con esta situación de parálisis.

Negociar con la oposición

«La situación es tan grave que el concejal de Hacienda, Vicent Canet, no descarta un último intento para aprobar el presupuesto en septiembre abriendo la negociación con los grupos de la oposición», señaló ayer el Gobierno local en un comunicado.

Al menos de palabra, tanto el PSPV-PSOE como el PP ya se han ofrecido a ello. Tras criticar «la incapacidad de gestión de este Gobierno que agoniza y que culmina con la decisión de no presentar el Presupuesto de 2018», la socialista Ana Morell se ofrece para negociar ese documento y recuerda que, entre 2012 y 2015, ella, como concejala de Hacienda, presentó y aprobó cuatro presupuestos municipales en un gobierno en minoría.

El PP, por su parte, critica a Projecte Ciutadans, al que pide que no use de excusa a los partidos de la oposición para no aprobar el presupuesto porque en esta legislatura «nunca antes se había pedido la opinión de la oposición». «La realidad es que se acercan elecciones y quieren ver rodar la cabeza del alcalde», dijo Salvador Llopis, portavoz del PP, quien también se mostró dispuesto a apoyar las cuentas municipales siempre que, como ya dijo hace unos meses, el alcalde destituya «a los concejales traidores», en referencia a Projecte Ciutadans.