En los albores del siglo XX un radical anticlericalismo hizo su aparición en la sociedad francesa, viéndose obligadas las religiosas Ursulinas a expatriarse antes que renunciar a su vocación. Gracias a la obra protectora de la Marquesa de González de Quirós y sabedora de su estancia en España, se empeñó en que recalasen en nuestra ciudad, haciendo su entrada en Gandia un 8 de abril de 1904. Entre ellas se encontraban B. M. Marie Claire acompañada por B.M. Marie Marcelle. En los últimos días de abril se instalaron en una primera residencia, que terminó siendo inapropiada debido a su capacidad. Por ello y gracias a las gestiones afortunadas del sacerdote José Boigues, se llegó a formalizar un contrato con el propietario del nuevo inmueble, don Vicente Ros, pudiendo, el 3 de septiembre de 1905, iniciar el segundo curso. El 26 de septiembre de dicho año la Comunidad Ursulina tomó posesión de la nueva Capilla de Jesús Sacramentado.

El Colegio se ubicaba en la esquina del Paseo de las Germanías con la calle de san Rafael, esquina opuesta al la del Teatro Serrano. Tras abandonar la ciudad las Ursulinas el edificio fue habilitado para albergar el denominado Colegio Cervantes, hasta que en la década de los años setenta del pasado siglo se demolió para construir un gran edificio que durante décadas albergó el denominado Banco Atlántico, actualmente Banco de Sabadell.

En 1929 exalumnas y alumnas del Colegio de las Madres Ursulinas de Jesús tributaron un merecido homenaje a la orden en el 25 aniversario de la instauración en Gandia. Consistió el acto en una velada literario musical que tuvo lugar en el patio del jardín el domingo 23 de junio. El recinto presentaba en su fondo un hermoso e improvisado escenario ostentando el sello de elegancia refinada. Entre las autoridades se encontraban el el Ilustrísimo Sr. Abad José Sola López, presidiendo el acto.

Los tenientes de Alcalde, señores Ignacio Martínez López, Enrique Maylín, J. M. Molina, José Sendra Rovira, así como el Secretario del Ayuntamiento J. Gozálbez, Teniente de la Guardia Civil Sr. J. Molina Cano y los Canónigos de la Colegiata Juan de Dios Martínez Ibáñez, Bernardo Gil y Enrique Espí. El rector de las Escuelas Pías el R. P. Juan Tomás, y el Vice Consul de S. M. Británica, Francisco Romaguera Howard. En el estrado se hallaban sentadas tres niñas de las cuales Marujita Arbona iba leyendo el orden del programa. El maestro pianista G onzalo Ortolá iba amenizando el acto con la «Entrà de la Murta». La exalumna María Melis de Ferragud dio lectura a la memoria de la Fundación, resaltando acontecimientos memorables de la vida del Colegio. Posteriormente Teresita Lledó y Rosita Climent dialogaron una pieza titulada «Ad multos annos». Doña Carmen Vallier de Montiel, en la segunda parte del programa, trasladó a los presentes el agradecimiento por boca de su madre, la Marquesa de González, quien fue el alma caritativa por la Fundación del Colegio. La señorita Amparo Malonda recitó una tierna composición poética denominada «El trovador de la Virgen».

A continuación, acreditándose como consumada actriz, Lourdes Climent recitó un monólogo consistente en un dechado espontáneo de gracia, fina crítica y aticismo. La jota aragonesa fue interpretada al piano por las señoritas María Esteban y Consuelo Gil. Los cuadros plásticos que allí se representaron estaban compuestos por niños que permanecían en actitud inmóvil, siendo presentados cada uno de ellos por la Srta. Ángeles Malonda. El Ilustrísimo Sr. Abad encomió la educación dada por las Ursulinas, su educación íntegra completada por las virtudes del pensamiento y la del corazón. Finalizó la velada entonando todos los presentes de pie el Himno de la Región.

En la imagen superior, en el patio del colegio en el año 1924. Debajo, la representación durante la celebración de las Bodas de Plata, en 1929. A la izquierda, el edificio en la década de los años 40, en la esquina del paseo de Germanías con la calle san Rafael.