El Ayuntamiento de Gandia, propietario desde el siglo XIX de la iglesia de Sant Roc, más conocida como del Beato, cederá la gestión del templo al Arzobispado de Valencia para dar continuidad al culto religioso que diariamente se realiza en el templo. Asimismo, la Junta de Gobierno aprobó ayer la «cesión gratuita», con uso privativo, de una vivienda anexa para que sea «habitada por los capellanes o comunidad religiosa que haya designado el arzobispado para la atención pastoral». Es decir, por los dos sacerdotes brasileños, recién llegados esta semana, que sustituyen a las tres hermanas franciscanas que han tenido que abandonar las instalaciones.

Como publicó Levante-EMV, las tres hermanas franciscanas abandonaron esta misma semana el edificio, con destino a otras casas de su congregación, a causa de su avanzada edad y de no encontrar relevo en su propia orden religiosa. Con su marcha, se daba por expirado el convenio que el ayuntamiento mantenía con las Hermanas Franciscanas de la Inmaculada (renovado en 1994), por el que las religiosas ocupaban la vivienda situada en la plaza del Rei Jaume I, números 7 y 8, junto a la Biblioteca Central, y por el que las religiosas gestionaban el templo en colaboración con la Colegiata de Gandia.

A partir de ahora, en virtud del convenio firmado, el ayuntamiento cederá la gestión de la iglesia de Sant Roc (que no el uso privativo del inmueble) al arzobispado para que se puedan continuar desarrollando los actos litúrgicos que diariamente, y con motivo de distintas celebraciones, especialmente relacionadas con el beato Andrés Hibernón, se llevan a cabo en el templo. Como hasta el momento, será el abad el encargado de coordinar el culto. Fuentes municipales han señalado a este periódico que se realizará un inventario de los bienes del templo para fijar la propiedad de los mismos y garantizar su buen estado mientras dure el convenio.

Respecto a la vivienda anexa al templo, según el acuerdo de la Junta de Gobierno firmado ayer, se cede «el uso privativo» de la misma a los dos sacerdotes brasileños que sustituyen a las religiosas. La duración de la cesión gratuita de la vivienda será renovable anualmente, según reza el texto, hasta un máximo de 75 años como indica la ley. El ayuntamiento correrá con los gastos corrientes de «luz, agua, calefacción, ascensor y toda clase de reparaciones» que se realicen en el inmueble, como venía ocurriendo hasta ahora con las hermanas franciscanas. Esta vivienda dispone de acceso directo a la iglesia de Sant Roc.

Las negociaciones con el arzobispado han sido realizadas por el edil Ciro Palmer en nombre del gobierno local en su calidad de concejal de la Semana Santa. Tanto la iglesia como el actual centro cultural sede del Institut Municipal d'Arxius i Biblioteques (IMAB), formaba parte del antiguo convento de Sant Roc, que durante la desamortización del siglo XIX pasó a ser propiedad municipal.