e sta historia comenzó en el verano de 1990 cuando mi inolvidable Salvador Deusa, que estuvo de médico en New Britain, me llevó a Murla para presentarme a sus amigos americanos. Todos los veranos volvían a Murla en busca de sus raíces, y me contó Salvador que, ya en el siglo XIX, muchos habitantes de la Marina Alta emigraban a Estados Unidos en busca de una vida mejor y, desde entonces, comenzaron a hablar entre ellos un nuevo idioma mezcla de inglés y valenciano.
La primera sorpresa al entrar en Murla fueron dos Cadillac descapotables y ver que sus habitantes eran una mezcla de personas altas y rubias con otras más bajas y morenas.
Juan Grau y su mujer Nilka Rodríguez, junto con Ricardo Morant y Paquita Giner, nos esperaban para comer una exquisita paella regada con vino de Xaló. Se contaron un sinfín de anécdotas relacionadas con la emigración. Salieron a relucir un sinfín de peripecias vividas por abuelos y bisabuelos para instalarse en América y tuve la certeza de que todas aquellas historias podrían ser el leitmotiv para una interesante película.
Al día siguiente hablé con Ximo Vidal y, en cuanto le conté algunas historias de los legendarios emigrantes, le chispearon los ojos, se entusiasmó y comenzamos a elaborar el guión. Lo presentamos a las ayudas para las producciones audiovisuales de la Conselleria de Cultura con el título «On keepeu les bagues?» (¿Dónde guardáis las maletas?), y nos concedieron seis millones de pesetas.
Tanto los miembros del grupo Pluja, como Toni Durá, Santi Gomar, Pau Pérez, Miguel Moragues? y todos los que participábamos en el proyecto lo hacíamos totalmente gratis. El problema era el rodaje en Estados Unidos y para ello utilizaríamos el dinero.
Comenzamos el rodaje en Murla durante las fiestas de la Divina Aurora. La primera secuencia fue en el Bar Papas, donde un coronel de Infantería de Marina de los Estados Unidos y un catedrático de Psicología del Comportamiento de la Universidad de Boston jugaban al dominó con dos amigos del pueblo. Justo en ese momento el televisor que presidía el local daba la noticia del derrumbamiento del campanario de la Iglesia de Murla. Los clientes del bar se quedaron pasmados, mientras el locutor explicaba que, entre las ruinas, había aparecido una arqueta de plata con las cartas de amor, que, en 1878, el capitán de un bergantín español le escribió a una joven de Murla.
Aprovechando el sermón de la Misa Mayor, Pep Gonga, que interpretaba al cura del pueblo, explicaba la historia de la primera pareja de emigrantes. Aquella misma tarde un niño vestido de marinero llevaba la arqueta en una berlanguiana procesión donde no faltaba la banda de música y los más variopintos personajes americanos y españoles. Rodamos también con Juan Grau y Ricardo Morant la secuencia que daría pie a nuestro viaje a Estados Unidos en busca de noticias sobre el Capitán. Y otra secuencia donde dos ancianos del pueblo recordaban su aventura ante un álbum de fotos con las imágenes de Gongui y Miquel Ribes, protagonistas de la película.
En los Estudios Pluja Teatre se rodaron las escenas de la casa de Gongui y Miquel en Nueva York a la que acude Amparo Martínez con el pequeño Teo. También el estudio del fotógrafo de Denia donde la pareja se hizo la foto de boda que usamos para el cartel de la película.
Toni Durá ambientó la Casa Gran de Guardamar como una taberna del Soho. Allí rodamos varias escenas con Collin Gustard, Graham Foster, Rafa Timoner, Jane Nobel, Joan y Marian... Además, Toni realizó una lápida con el nombre del Capitán que llevaríamos a Estados Unidos para colocarla en el cementerio de New Britain.
Una noche lluviosa, en el puerto de Gandia, con la ayuda de Ricardo Martínez y un montón de amigos que actuaron de extras, rodamos el embarque de Gongui y Miquel rumbo a los Estados Unidos.
Pueden descargarse la película entrando en mi página web jmborja.com.
La próxima semana les contaré la parte de la película que rodamos en América.
