n uestra ciudad de Gandia ha contado con numerosos episodios de inundaciones, uno de los más graves que se recuerda fue el de la «riuada» del 3 de noviembre de 1987, donde los daños materiales fueron importantes y donde tristemente perdió la vida un ciudadano de Gandia. Yo lo recuerdo perfectamente puesto que ese día salimos precipitadamente del Instituto María Enríquez por la cantidad de lluvia que estaba cayendo, preludio de lo que minutos más tarde viviría en mis carnes; calles convertidas en auténticos ríos y la ciudad de Gandia anegada por el agua.

La orografía de nuestro municipio, la climatología y la concentración de precipitaciones a final de verano y a primeros de otoño comportan un riesgo constante de fenómenos como la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), anteriormente llamada «gota fría». La Generalitat Valenciana recuerda anualmente los procedimientos de actuación que han de aplicar las administraciones públicas con responsabilidad en la materia, ante situaciones de lluvias intensas y crecidas de caudales en ríos y barrancos. En este sentido, muchos ayuntamientos han llevado a cabo la limpieza de barrancos que acumulan malas hierbas y basura, a fin de evitar inundaciones y estancamientos de agua, de manera subsidiaria, ya que hay que recordar que es la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) la que debería realizar estas labores de acondicionamiento, en muchos barrancos de montaña y de ríos de su competencia.

Nuestra Gandia padece una predisposición natural al riesgo de inundaciones por su situación, orografía, paso y desembocadura del río Serpis. Por tanto, es vital un buen acondicionamiento y limpieza del cauce del río, también de nuestros barrancos y acequias. En el último episodio de lluvias intensas en la Comunidad Valenciana, que afectó sobre todo a la comarca de la Vega Baja, los grupos políticos de la Diputación de Alicante se pusieron todos de acuerdo para instar tanto al Congreso como a las Cortes Valencianas a analizar y estudiar la gestión de la Confederación Hidrográfica del Segura. En este caso por desgracia, el daño ya estaba hecho. Para prevenir situaciones como ésta en un futuro, desde el Grupo Municipal Popular de Gandia propusimos al pleno del Ayuntamiento que se solicitara a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) que lleve a cabo las labores de acondicionamiento necesarias en la demarcación donde se encuentra ubicado nuestro término municipal, actuaciones que, además, corresponden a la señalada Confederación, con el fin de evitar parapetos de cañas, inundaciones y estancamientos que pueden llevarse por delante tanto caminos como otras infraestructuras. De continuar la inacción de la Confederación, debería ser el Ayuntamiento de Gandia quien realice la limpieza de cauces y actuaciones previstas dentro del ámbito de competencia de la CHJ, pagando ésta dichas actuaciones.

Nos sentimos orgullosos porque esta moción resolutiva ha sido aprobada por unanimidad, ya no sólo por demostrar que se puede trabajar de manera propositiva desde la oposición, sino que en cuestiones importantes de ciudad, dejamos de lado la ideología para remar todos juntos por el beneficio de los ciudadanos de nuestra ciudad.