La crisis de gobierno generada en Oliva a raíz de la querella presentada por el esposo de la vicealcaldesa socialista, Ana Morell, contra el alcalde de Compromís y otras cuatro personas a cuenta de la licencia de obras en la vivienda familiar va a más y podría desembocar en la ruptura del acuerdo entre esos dos partidos y, consiguientemente, a tener que elegir nuevamente al alcalde o alcaldesa de la ciudad.

Ayer, en una rueda de prensa, la primera autoridad local, David González, señaló que en los próximos días tendrá lugar una asamblea local de Compromís para determinar si ese pacto de gobierno se mantiene. El detonante no es otro que las declaraciones realizadas el lunes pasado por la vicealcaldesa.

En aquella rueda de prensa, Ana Morell, al justificar la querella que su marido ha presentado por prevaricación contra González y contra Vicent Canet, Yolanda Pastor y Pepe Salazar, dijo que la retirada de la licencia de obras a su vivienda había sido «una persecución política» a su persona y que el alcalde «compró» un informe jurídico a una abogada ajena al ayuntamiento para poder firmar el último decreto, de febrero pasado, que retira, por segunda vez, la licencia que le fue concedida en el año 2014.

Ayer, junto a exconcejal Vicent Canet, que dirigió el área de Urbanismo en la pasada legislatura, González dijo que, cuando aceptó los votos del PSOE de Oliva para ser investido alcalde y firmó después el pacto para gobernar la ciudad conocía la querella que le había presentado el marido de Ana Morell y que ambos acordaron dejar ese hecho «en el ámbito de lo privado y de lo judicial», pero considera que las acusaciones del lunes pasado sobre «perseguir» a una rival política usando medios de la Administración y de «comprar» un informe jurídico para retirarle la licencia de obras son «muy graves» y por eso quiere que la asamblea de Compromís diga si así es posible seguir gobernando con los socialistas.

«Desmiento el móvil político o electoral», señaló tajante el alcalde al responder a la primera acusación. «Estaba en mi derecho de solicitar un informe externo para aclarar una cuestión muy compleja», apuntó la primera autoridad local al justificar la petición de esa consulta a una abogada con el fin de determinar si debía o no retirar la licencia de obras a la casa de Morell, habida cuenta de la existencia de informes contradictorios. Y para ello, añadió, buscó a una letrada externa que no tuviera relación con temas de Oliva y, así, garantizar la «independencia» de su veredicto.

Los partidos, pendientes de todo

Aunque la semana pasada, cuando se reveló la existencia de la querella, Morell y González dijeron que este asunto no afectaría al pacto de gobierno, lo cierto es que ese acuerdo comienza a tambalearse. Àgueda Micó, secretaria general del Bloc, el primer partido de Compromís, asistió ayer a la rueda de prensa de González y después estuvo hablando con el alcalde. Y, además, dirigentes de este partido y del PSOE estuvieron muy pendientes de lo que Morell dijo el lunes y de lo González dijo ayer por si es necesario mediar, como ya ocurrió en junio, para conseguir que los dos sigan al frente del Ejecutivo local pese a este evidente «mal rollo».