Nada de bromas. Quien incumpla las normas de confinamiento impuestas por el Gobierno para tratar de frenar la expansión del coronavirus en el país y, de forma más próxima en la comarca de la Safor, lo va a pagar, y caro. Ayer, primer día laborable de encierro en casa, tanto la Policía Local de Gandia como la Nacional impusieron más de una quincena de multas a personas que habían hecho caso omiso a las indicaciones de las autoridades.

Según ha podido saber este periódico, las sanciones eran de distinto tipo: tres personas fueron multadas por circular por la calle sin ningún motivo justificado, dos eran ciclistas y otras dos recibieron una denuncia por desobediencia, al hacer caso omiso a las indicaciones de los agentes. La policía también sancionó a un locutorio y un bar que estaba abierto. En este caso, la multa se ha dirigido tanto al propietario como a un cliente que había en su interior por inumplir con el cierre establecido dentro de las normas del Estado de Alarma. Las sanciones ascienden a 500 euros.

En las labores de control, los agentes advirtieron a varias pastelerías que ofrecen servicio de cafetería para que solo atendieran la venta de pan, dulces y demás pero que las mesas no debían estar en funcionamiento, ya que en este caso no se considera primera necesidad. También se cerraron seis locales, bares y locutorios, que alegaban que se encontraban abiertos para la recogida de enseres. Se les advirtió que la denuncia podía ser de carácter grave. Los agentes también acudieron a supermercados para gestionar las colas de gente que esperaba para entrar. Por otra parte, los policías detectaron durante el día de ayer varios edificios que disponen de zona de ocio en el que había personas, tanto mayores como niños incumpliendo el confinamiento. Hoy esos controles se incrementarán, y los agentes pedirán el tíquet de los supermercados para evitar la picaresca de quienes, al ser preguntados, señalan que vienen de adquirir productos de primera necesidad.