Los vecinos de Xeraco, salvo las mujeres embarazadas, lactantes y personas enfermas, ya pueden volver a consumir el agua que sale de los grifos. La Conselleria de Sanidad ha levantado el veto que se decretó el pasado viernes al haber comprobado una reducción de los niveles de un compuesto llamado terbumentón, un plaguicida que, pese a estar prohibido desde hace años, sigue presente en los acuíferos.

Según explica el alcalde de la localidad, Avelino Mascarell, tras los análisis realizados se ha podido comprobar que uno de los dos pozos de la Galera, el que obviamente arrastra menores niveles de elementos contaminantes, suministra un agua que, unida a la del manantial de la Font de l'Ull, permite su potabilidad sin riesgos para la población.

Aun así, debido a la presencia de altos niveles de nitratos, un problema que se repite en numerosos municipios, se sigue recomendando que mujeres embarazadas, lactantes y enfermos no beban del grifo.

Paralelamente el ayuntamiento sigue estudiando soluciones definitivas al problema de la baja calidad del agua de Xeraco para que definitivamente todos puedan beber y cocinar sin ningún impedimento.