El campeón de Europa, subcampeón del mundo y plusmarquista mundial en lanzamiento de jabalina paralímpica F12, el atleta olivense Héctor Cabrera, ha añadido un plus técnico en los últimos días a los planes físicos específicos que lleva a cabo para realizar sus entrenamientos desde el inicio del confinamiento por la crisis sanitaria del coronavirus. Llácer, junto a su novia, la también lanzadora del Club de Córrer El Garbí, la gandiense Ainhoa Martínez, han construido una pista inédita junto a la piscina en el jardín de su domicilio, habilitando un pasillo de lanzamiento que termina en una lona en la que estrellan las bolas que han adquirido a tal efecto. Así, alternan las de 800 gramos con las de un kilo y medio y la de dos kilos con el único propósito de continuar entrenando la técnica. Ambas (el pasillo y la estructura de la lona) las han construido a mano durante el último mes con la finalidad de que a las sesiones de pesas, técnica de carrera y movilidad de pies pudieran sumarse las de su especialidad. El de Oliva decidió en su día recluirse en su casa natal junto a sus padres, su hermana, su abuela y su novia Ainhoa.

Cabrera se preparaba este año para participar en los Juegos Paralímpicos de Tokyo 2020, pero, lógicamente, ha tenido que alterar toda la programación prevista a las órdenes del técnico gandiense, Juanvi Escolano, por culpa de la pandemia y el posterior aplazamiento de los Juegos hasta el año 2021.

En la noticia protagonizada por los dos atletas saforenses se añaden tres videos en los que se aprecia la construcción de la estructura de la lona, otro en el que aparece Héctor Cabrera practicando un lanzamiento y un tercero en el que la protagonista es Ainhoa Martínez.