El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, mostró ayer, durante una visita a la playa de Gandia, el apoyo de la institución a todos los ayuntamientos valencianos para intentar que este atípico verano permita, al menos, salvar la temporada. Esto es, que la afluencia de personas sea lo suficientemente importante como para hacer rentable un sector que es motor de la economía valenciana.

Puig, que llegó acompañado de los máximos responsables de la política turística en su gobierno, Francesc Colomer y Erik Campos, eligió Gandia por su significativo peso en este sector, pero también, como dijo en su comparecencia, para apoyar las decisiones adoptadas por el Gobierno local que dirige la alcaldesa, Diana Morant, en el sentido de trasladar a la ciudadanía un mensaje de seguridad y de que, cumpliendo las normas sanitarias, también este puede ser un verano en el que se siga disfrutando de la playa.

Tras izar una de las banderas que acredita la calidad de la playa de Gandia, el presidente dijo que este verano «va a ser muy diferente», pero en lo que no habrá cambios es «en la voluntad de convivir», al tiempo que lanzaba un mensaje a la ciudadanía: «Ahora más que nunca es necesario que hagamos vacaciones».

Puig recorrió a pie un buen tramo del paseo Marítim de Neptú, la espectacular primera línea de la playa de Gandia que este verano, por decisión del Gobierno local, ha quedado totalmente cortado al tráfico con dos objetivos. Por una parte, pensando en la mayor amplitud entre las personas que pasean por ese lugar y, después, para facilitar, como ya se está haciendo desde principios del verano, que los hosteleros puedan sacar las terrazas guardando las distancias de seguridad entre los clientes.

La información a los hosteleros para que extremen la higiene, los kits para «parcelar» la arena de la playa y evitar aglomeraciones o la disposición del personal necesario que informará o actuará cuando se adviertan actitudes que puedan facilitar la transmisión del virus también están entre las medidas de una playa que, como dijo ayer la alcaldesa, dispone de una superficie en la que, en condiciones de seguridad, caben más de cincuenta mil personas.

En ese contexto, Ximo Puig y la alcaldesa, Diana Morant, coincidieron en una petición a todos los ciudadanos para que sean responsables y asuman que el virus sigue activo pero que se puede evitar el contagio cumpliendo los mensajes que apuntan las autoridades sanitarias. La visita de Puig concluyó en el cartel promocional con las letras de «Gandia».