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Patrimonio

Un palacio perdido en la tercera planta

Las tres grandes salas del Palau Ducal de Gandia que se inauguraron en 2014 siguen cerradas porque no hay un acceso adecuado a ese lugar - El Ministerio de Fomento no ha respondido a la petición para construir la torre proyectada

La nueva torre de acceso al todas las plantas del Palau, que sigue siendo un proyecto virtual. levante-emv

Ante el retraso en la respuesta para invertir los 900.000 euros de la torre de accesos al Palau Ducal mediante el programa del 1,5% Cultural del Ministerio de Fomento, el Gobierno local de Gandia ha optado por formular a ese mismo ministerio dos ayudas. Una de ellas, de 250.000 euros, sería para una reforma en el Patio de Armas del mismo Palau Ducal, esperando que alguna administración se brinde a financiar la torre de accesos. Otra cantidad idéntica se ha solicitado para actuaciones de emergencia en la maltrecha Torre dels Pares, otro Bien de Interés Cultural de Gandia que el propio ayuntamiento adquirió hace una década y que presenta un evidente peligro de derrumbe en muchas de sus salas. De hecho, cerca de mil puntales sostienen algunos techos y pisos del inmueble para garantizar que no se venga abajo. Hace unas semanas los concejales de Urbanismo y Patrimonio, Josep Alandete y Alícia Izquierdo, respectivamente, acudieron con técnicos municipales y anunciaron el inminente inicio de obras de consolidación. Pero se trata de actuaciones que únicamente se dirigen a detener la degradación y evitar el desmoronamiento de algunas de las estancias. Queda mucho, en tiempo y en dinero, para que la Torre dels Pares, una de las alquerías más interesantes y antiguas de la Safor, pueda considerarse un lugar visitable o al que se le pueda dar un uso más o menos público. Cada día que pasa queda más evidente que una de las obras de rehabilitación más importantes llevadas a cabo en el marco del Plan Director del Palau Ducal de Gandia, la de las tres grandes salas ubicadas en la tercera planta, se puede ubicar perfectamente en aquel concepto de empezar la casa por el tejado. Porque la obra, que concluyó en junio de 2014, luce impecable con amplísimos y diáfanos espacios diseñados por el arquitecto Carlos Campos, pero ni han podido ser presenciados por el público en general, ni puede albergar actos abiertos. A la conclusión de la obra, obligatoriamente, le siguió el cierre de las salas, sin posibilidad de aprovecharlas.

El motivo no es otro que la falta de accesos adecuados y en condiciones de seguridad. La rehabilitación de la tercera planta palaciega, que costó cerca de un millón de euros y que incluyó el refuerzo de la estructura general de los muros, el piso del Palau y el uso de madera para el techo y el suelo, sigue pendiente de otro proyecto, en estos momentos paralizado, que consiste en la demolición de un edificio sin interés histórico situado en la esquina de las calles dels Jesuïtes y Carmelites, junto a la iglesia del mismo palacio. En su lugar el arquitecto que redactó el Plan Director ideó una especie de torre de hormigón, integrada en la estructura de un inmueble que es Bien de Interés Cultural, en cuyo interior se ubicará el ascensor y las escaleras de acceso y de emergencia que permiten llegar a todos los niveles del Palau. Sin esa obra, que sigue sin financiación, la rehabilitación de la tercera planta resulta del todo estéril, y de ello han pasado ya más de seis años. La esperanza de poner fin a esta triste situación llegó en 2018, cuatro años después de la «inauguración» de las obras, cuando el Ayuntamiento de Gandia solicitó una ayuda del llamado «1,5% Cultural» del Ministerio de Fomento (ahora de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana) que habría permitido, con la aportación de una parte municipal, la inversión de los cerca de 900.000 euros en que está valorada la torre de accesos al Palau. Después de dos años de aquella solicitud, el ministerio no ha remitido respuesta a esa petición.

Fuentes del Gobierno local de Gandia consultadas ayer mismo por este periódico indican que, efectivamente, a día de hoy no existe resolución del ministerio para dotar de dinero a ese ansiado proyecto, si bien no se pierde la esperanza de que ocurra en un futuro. Otras fuentes han señalado que existe un impedimento para incluir la torre de accesos del Palau Ducal en el 1,5% cultural, y es que no se trata de la rehabilitación de patrimonio histórico, sino de la construcción de un elemento nuevo, aunque sea anexo al edificio protegido, y no entraría en las líneas de ayuda de este programa. A estas alturas, lo más probable es que la actual legislatura acabe sin que se pueda ver esa actuación acabada.

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