Los departamentos de Servicios Sociales y de la Vivienda del Ayuntamiento de Gandia están colaborando con la familia que, en la mañana del pasado jueves, fue desahuciada de su vivienda, en la calle del Primer de Maig, para que puedan disponer de otro piso en la ciudad.

Como publicó ayer este periódico, Carmen, de 72 años, y su hijo Salvador, de 42, que sufre una discapacidad que le impide trabajar, se alojaron en una pensión, pero los técnicos municipales que se pusieron en contacto con ellos han podido comprobar que disponen de ingresos superiores a los 1.200 euros mensuales, una cantidad a priori suficiente para que puedan alquilar su propia vivienda. El problema, por lo tanto, radica en que ninguno de los dos ha sido capaz de gestionar ese otro alquiler cuando los propietarios del lugar donde residían decidieron poner fin al contrato.

Fuentes municipales señalaron ayer que hace tiempo incluso le facilitaron teléfonos de trabajadores de Servicios Sociales para actuar ante cualquier problema que les pudiera surgir, pero tampoco en esta ocasión, pese a haberse quedado en la calle, supieron marcar el número correcto.

En unos días se confía en disponer de un nuevo contrato de alquiler para que ambos puedan acomodarse. Aun así, Servicios Sociales seguirá su rastro para actuar ante cualquier problema que pueda surgir.