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Los ultras del CF Gandia salen escoltados de Pego para evitar el choque con antifascistas

La Guardia Civil desplaza antidisturbios y se interpone entre un grupo de «Gandiblues» y jóvenes del municipio de la Marina

Los ultras del CF Gandia salen escoltados de Pego para evitar el choque con antifascistas

Un grupo de ultras del Club de Fútbol Gandia salió escoltado por la Guardia Civil del campo de Pego la noche del domingo ante la concentración en el exterior de decenas de antifascistas, que mostraban su malestar por su presencia en el municipio, al que se desplazaron con el partido entre los dos equipos como excusa y donde se desplegaron horas antes del encuentro lanzando proclamas con mensajes fascistas.

Según dijo el alcalde de Pego, Enrique Moll, los «Gandiblues», como se llaman los ultras gandienses, llegaron a Pego a media mañana cuando el partido era a las 17 horas. Algunos testigos apuntan a que su intención era la de «provocar». Su presencia no pasó desapercibida, ya que no tardaron en hacerse notar con gritos y cánticos, y colocando pegatinas fascistas en el mobiliario, algunas con el mensaje «Hitler Fans», con una imagen del dictador.

Sobre las 15.30 horas, los 20 aficionados ultras se convirtieron en 40 con la intención de acceder al campo. La Guardia Civil, sin embargo, los identificó a todos y solo dejó entrar a los que iban documentados, no tenían antecedentes delictivos ni portaban ningún símbolo nazi, una veintena.

Su presencia no tardó en conocerse en la localidad y con el encuentro en disputa, más de un centenar de personas se concentró en los alrededores lanzando mensajes contra los ultras. Fuentes consultadas por este periódico apuntan que, durante el encuentro, los aficionados del Gandia no mostraron ninguna actitud violenta y solo «animaron» al equipo.

Los problemas arrancaron al final. Decenas de agentes de la Guardia Civil equipados con material antidisturbios acudieron al estadio y mantuvieron encerrados a los ultras del CF Gandia hasta que, sobre las 22 horas, les sacaron protegidos para evitar refriegas con los antifascistas del exterior. Tanto los jugadores como la directiva del CF Gandia salieron antes sin ningún incidente.

En un comunicado el club de la Safor mostró «la más absoluta condena a cualquier expresión de violencia, que nada tienen que ver con los valores del deporte», señalan. El club «mantiene la tolerancia cero hacia este tipo de actos» y anunció que «tomaremos las medidas a nuestro alcance para que no se vuelvan a producir estos hechos».

En un comunicado conjunto, el Ayuntamiento de Pego y el club de fútbol local también muestran su rechazo a los hechos. Según subrayan, las competiciones deportivas «no deben ser lugar de enfrentamientos políticos» . Además, explican que la Policía Local identificó a «algunos forofos del Gandia» que llegaron «con pegatinas de simbología nazi» y remarcan que, junto con la Guardia Civil, «estas personas estaban controladas en todo momento». Mientras se aproximaba el partido, grupos antifascistas se movilizaron para acudir al estadio. Llegó la hora del encuentro y por el protocolo Covid las puertas se cerraron, lo que provocó el malestar y el incremento de la tensión entre los que se quedaron fuera, que comenzaron a lanzar piedras al interior del recinto deportivo».

«Tenemos que condenar también las actitudes violentas de los manifestantes que esperaban en los alrededores, puesto que lanzaron algunos objetos al recinto deportivo que hubieran podido ocasionar daños a trabajadores y aficionados», indica el escrito.

El alcalde, Enrique Moll, intentó mediar entre las partes y fue objeto de agresiones verbales. El ayuntamiento reconoce que «nadie se posicionó con ninguna de las partes, solo se preocupó por el bien de los aficionados y del pueblo en general».

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