Las empresas del ocio nocturno de Gandia están al límite. Guste más o menos, no cabe duda de que el de pubs y discotecas es un sector económico muy importante para la ciudad, que genera cientos de puestos de trabajo y del que viven muchos vecinos y vecinas. Estos locales están cerrados a cal y canto por la pandemia desde el pasado mes de agosto. Son ya más de dos meses en los que no ingresan absolutamente nada pero tienen que seguir haciendo frente a sus gastos fijos. Esa situación se puede mantener un tiempo y desde el sector se muestran comprensivos, pero los ahorros también se acaban y si no se empiezan a valorar soluciones muchos establecimientos no van a resistir y tendrán que desaparecer.

Por eso ha surgido Gandia de Noche. Se trata de una asociación que aglutina a prácticamente todas las empresas de ocio nocturno de la ciudad de Gandia y la playa. La entidad está dando sus primeros pasos y en los próximos días su junta directiva mantendrá reuniones para acabar de concretar no solo la filosofía del propio colectivo, sino también las primeras acciones a tomar.

Gandia de Noche incluye entre sus miembros a las grandes empresas de las ciudad, además de aquellas más pequeñas que durante años han animado las noches tanto en la ciudad como en la playa.

El pasado mes de julio, después de que en Gandia se detectara un rebrote de coronavirus muy importante ligado al ocio nocturno, la Generalitat decidió cerrar los locales solo en la capital de la comarca de la Safor para frenar la expansión. Era plena temporada, meses en los que muchas de estas empresas confían para poder dar viabilidad al año y que vieron cómo se esfumaba. El 1 de agosto los locales volvieron a abrir con restricciones pero quince días después se decretaba un nuevo cierre, en este caso generalizado para toda la autonomía y hasta hoy las luces, la música y el ruido de los hielos cayendo dentro de las copas sigue en silencio.

Esa situación ha generado muchas dudas entre los empresarios. En estos meses cada no ha ido indagando por su cuenta, preguntando, buscándose un poco la vida para estar al tanto de los detalles de decisiones que pueden afectar a sus negocios. Desde el grupo promotor, que prefiere de momento no hacer declaraciones públicas, apuntan que en un momento dado se dieron cuenta de que unidos podían tener más fuerza y compartir información y experiencias y así fue como surgió la idea de formar Gandia de Noche.

Desde la junta directiva dejan claro que entienden la situación sanitaria por la que se decretó el cierre de sus locales y que no resulta viable abrir en esas condiciones pero consideran que hay muchas soluciones que se pueden aplicar para que el ocio nocturno pueda trabajar.

Se habla de ayudas, cambios en las licencias para poder ofrecer otro tipo de servicios como cafetería o la supresión de impuestos mientras dure el cierre, aspectos de los que por el momento el sector no ha tenido conocimiento.

Un plan de rescate

En el caso de Gandia, de hecho, ya dieron un paso importante solicitando al ayuntamiento el cambio de licencia de sus locales para poder dar servicio de cafetería. El consistorio respondió que no tenía competencias para ello pero remitió la petición a la Generalitat, que aún no ha respondido.

Gandia de Noche ya cuenta con perfil de Facebook y en su imagen de presentación apuntan que «consideramos imprescindible un plan de rescate inmediato» para el sector, puesto que, prosiguen «de lo contrario estamos condenados al cierre de nuestras empresas y la pérdida de muchos puestos de trabajo».

Los promotores esperan poder presentarse al Gobierno local en los próximos días para exponer sus preocupaciones, pero también quiere que su voz llegue hasta las instituciones nacionales para que se promuevan acciones y partidas que sirvan para ayudar o incentivar al sector.

La junta directiva de Gandia de Noche está ultimando los trámites para lanzar la asociación de forma oficial. En los próximos días mantendrán reuniones para acabar de ultimar todos los flecos y dar a conocer las caras visibles que conformarán la junta directiva. No solo no han perdido la temporada alta, sino que ha sido un año ruinoso con los meses de confinamiento, el primer cierre de verano y el segundo, en vigor.