La comarca de la Safor figura entre las más beneficiadas por la Generalitat Valenciana en el acuerdo de adquisición de viviendas que se acaba de firmar con la Sareb, el llamado «banco malo» que heredó miles de casas y pisos en toda España cuando el Estado rescató con dinero público a varias entidades bancarias.

Según ha informado el departamento que dirige el vicepresidente segundo y conseller de Vivienda y Arquitectura Bioclimática, Rubén Martínez Dalmau, la primera compra pública a la Sareb ha correspondido a un paquete de 75 viviendas a la entidad por un valor de cinco millones de euros. Esta cantidad incluye los gastos derivados de la compraventa, con lo que el precio medio por unidad habitacional quedaría en torno a los 65.679 euros por vivienda. En la provincia de València se han adquirido 28 viviendas situadas en 15 municipios. Cuatro en Aldaia (con una inversión global de 263.675 euros); dos en Alfafar (64.809 euros); uno en Alzira (66.753 euros); uno en Beniarjó (81.599 euros); uno en Burjassot (138.596 euros); cuatro en Gandia (293.636 euros); dos en Oliva (232.079 euros); uno en Paiporta (52.060 euros); uno en Paterna (60.062 euros); uno en Picassent (26.530 euros); tres en la Pobla de Vallbona (242.415 euros); uno en Riba-roja del Túria (70.991 euros); dos en Sagunto (64217 euros); dos en Utiel (137.012 euros) y otros tantos en Vilamarxant (132.617 euros).

Tras la firma del convenio de compra el vicepresidente Dalmau expresó su satisfacción porque «esta línea de trabajo y colaboración asienta un precedente que nos abre la posibilidad de llegar a futuros acuerdos con Sareb», y añadió que «se trata de la que será la primera acción de compra directa de vivienda a una entidad que tiene una gran cartera de viviendas vacías disponibles».

«Así hemos abierto otra vía para seguir incrementando el parque público de viviendas que se suma a las que ya hemos implementado como el tanteo y retracto y el concurso de compra», concluyó Dalmau.