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El secreto del éxito para un "llibret"

Gracias a su libro de fiestas, la comisión de Sant Francesc de Oliva se ha hecho un hueco en el ecosistema literario de las fallas de la Comunitat Valenciana. Aspira a trascender la fiesta y ser una referencia en investigación de temas locales

El secreto del éxito para un "llibret"

Cuando una falla lleva tantos años haciendo «llibret» llega un punto en que cree que ha exprimido todas las ideas, existe la sensación de que es imposible hacer uno tan bueno como el del año anterior. Pero superarse es el reto, porque cada vez son más las comisiones que apuestan por estas obras y lo hacen, además, introduciendo innovaciones, tanto tecnológicas como editoriales, que las convierten en auténticas enciclopedias no solo de la fiesta sino de su entorno más próximo.

En la comarca de la Safor hay una entidad que en los últimos años ha logrado situar su «llibret» en un puesto destacado en el ecosistema cultural y literario de las fallas de la Comunitat Valenciana. Se trata de la comisión de Barri de Sant Francesc de Oliva. Solo el año 2020, este colectivo consiguió recoger tres premios en la gala de les Lletres Falleres, llevándose el más importante de ellos, el Lletres Falleres a la obra más completa, galardón que lograba por segundo año consecutivo. Además, también el año pasado se llevó el Mestre Ortifus, que premia la coherencia en los contenidos, y el Climent Mata por su diseño y maquetación. En la Generalitat no tuvo tanta suerte como el ejercicio anterior y en la convocatoria del uso del valenciano le tocó el puesto 30, cuando en 2019 había alcanzado el quinto.

¿Cuál es el secreto para convertirse en uno de los mejores ‘llibrets’ de falla de la Comunitat Valenciana? Enric Escrivà, que es el coordinador del equipo que elabora la pieza de la comisión de Sant Francesc, asegura que «no existe la fórmula mágica para hacer un buen libro».

Pero sí que puede hablar de cuál ha sido la experiencia de los dos últimos años: «Cuando elegimos un tema local, en el que se habla de algo del pueblo que no ha sido muy estudiado es cuando mejor ha funcionado y más premios ha tenido», explica.

En 2019, la falla optó por dedicar su monográfico a los «rajolars» de la ciudad.

El equipo que elabora el «llibret», antes de ponerse a trabajar, empezó a buscar información y se sorprendieron al comprobar que no había mucho publicado al respecto, «pese a que su funcionamiento había sido clave para el barrio de Sant Francesc», señalaba Enric Escrivà a Levante-EMV.

Los artículos estuvieron firmados por personas expertas en la materia, desde arquitectos hasta periodistas. «Toda la información que recabamos es lo primero que se ha publicado sobre los ‘rajolars’ de Oliva», explicaba el coordinador del equipo del «llibret» de la falla Sant Francesc.

Para 2020, tras comprobar que la elección de un tema de proximidad había tenido éxito, optaron por hablar de los cines históricos de la ciudad. Como ocurrió con los «rajolars», tampoco hallaron mucho material sobre la cuestión y por ello se pusieron manos a la obra. «Había gente que sabía muchas cosas sobre los cines de la ciudad» y quisieron aprovechar ese conocimiento a para plasmarlo en «La Gran Il·lusió», una obra con afán de perdurar en el tiempo y ser parte del fondo bibliográfico y de investigación de la ciudad. «Es algo que genera interés, temas que afectan a mucha gente, que tocan la fibra y las emociones. Apetece leerlo», indica Escrivà.

En este punto, el coordinador el equipo encargado de su producción cree que «llibrets» «se pueden hacer muchos» pero «si no conecta con el público potencial, si no genera interés, no tiene mucho sentido». Escrivà apunta que «si un libro no da ganas de leerlo no estás fomentando su lectura».

Otra de las patas del éxito de los tomos de Sant Francesc es su diseño y edición. La comisión optó hace unos años por un formato diferente. Más pequeño, cómodo, un tipo de papel offset de color crema «que le da más un estilo de novela que de libro de fiestas». La comisión lo financia a través de la publicidad impresa en sus páginas, con la colaboración, por tanto, de muchas empresas locales. «Algunas ya se ofrecen ellas a colaborar, sin tener que ir a buscarlas, porque saben que hacemos un buen libro», explica Escrivà.

La falla Barri de Sant Francesc dio un salto cualitativo con su llibret a partir del año 2013, cuando se apostó por un acabado más profesional y firmas de prestigio para los artículos. Los nombres van en función de la temática elegida cada año y son de personas expertas en las materias que se tratan y de conocimiento más que contrastado.

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