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Ester tendrá su senda en el lugar en el que descansa en Tavernes

Como amante de la naturaleza, la familia ha dedicado un espacio en la montaña a la memoria de esta vecina que falleció en un accidente de tráfico en 2016

La Sendeta d'Ester en Tavernes de la Valldigna

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Ester Talens Moreno amaba la naturaleza. Se sentía bien rodeada de árboles, plantas, flores y animales, un entorno en el que creció y al que aprendió a querer desde pequeña gracias a su familia. Esta joven de Tavernes de la Valldigna sentía especial apego por un pequeño rincón situado en la montaña de l’Ombria, en una senda que históricamente se conocía como de «Les Foietes» y después pasó a llamarse de «Chamarila» por la existencia de un vertedero ilegal y muy utilizada por excursionistas. Su familia siempre se encargó de cuidar y mantener aquel espacio donde creció, entre otros, junto a su prima hermana, Nadia Moreno Perelló.

Cuando Ester falleció, a los 35 años, en un fatídico accidente de tráfico el 23 de octubre del 2016, cuando un coche, debido a la niebla, invadió el carril por el que circulaba chocando frontalmente, su familia y amigos tenían claro que ese era el lugar en el que debía descansar para siempre. Allí están sus cenizas y ahorahan promovido una iniciativa para que el espacio natural pase a ser llamado «La Sendeta d’Ester». 

La joven fallecida, Ester Talens Moreno

La petición formal al ayuntamiento ya está tramitada. Como explicaba ayer a este periódico Nadia Moreno, «sabemos que al municipio le han concedido una subvención para rotular sendas en el término municipal y hemos solicitado que este espacio reciba el nombre de Ester».

Y los más probable es que el deseo se cumpla, porque según explicó el concejal Josep Llàcer a Levante-EMV ayer, la idea es rotular la senda con la doble nomenclatura, es decir su actual nombre, «Senda de Chamarila» y el que propone la familia de Ester.

Este paso supondrá la culminación de un proyecto que se inició al poco de fallecer. Su familia se propuso convertir aquel rincón en un lugar dedicado enteramente a su memoria. Así, a través de técnicas totalmente cuidadosas con el medio ambiente empezaron a arreglar la senda, adecentar el espacio, plantar diferentes jardines con especies autóctonas y llevaron a cabo dos de los trabajos más singulares: la creación de un mural en trencadís con la leyenda «La Sendeta d’Ester» y la construcción de una especie de monolito en cuyo interior se encuentran sus cenizas.

El Gobierno local asegura que rotulará la senda con la doble denominación, la actual y la de Ester

Un escultor local muy reconocido, Jesús Martín «Chule», autor, entre otros, de «La lectora» ubicada frente a la Biblioteca Central de Gandia, creó un árbol en hierro que se introdujo en el interior del monolito junto a las cenizas, fotografias y otros recuerdos que sus familiares y amigos depositaron. «Fui a hablar con él y le propuse la idea. Quería crear un árbol que a Ester le gustaba mucho», explica Nadia Moreno. El resultado fue una pieza de 200 kilos, donde hoy amigos y personas que acuden al paraje depositan colgantes, piedras y otros enseres como ofrenda a su memoria.

En aquel lugar, además, hay una caseta que construyó la familia hace años, donde se ha instalado el trencadís con el nombre de la senda. «Hemos subido los materiales con mochilas o utilizando burros o caballos. Nos daba igual si teníamos que cargar piedras que pesaban 30 kilos, porque la ilusión por llevar a cabo este proyecto podía más», explicaba Nadia Moreno. Fue un año de trabajo colectivo, «donde amigos y familiares se volcaron en hacer que este lugar fuera una realidad». Entre las personas que han hecho realidad este proyecto se encuentra el padre de la propia joven fallecida.

Nadia, que dice que «Ester y yo nos sentíamos como hermanas», explica que «una de las finalidades de este proyecto es que sea reconocida como una amante de la naturaleza, ya que ella siempre colaboró mucho en mantener el entorno natural». «Creemos que este es el mejor regalo para ella», indicaba.

Trabajos de instalación del trencadís en homenaje a la joven

Un segundo objetivo de este espacio tiene que ver con otra de las facetas de la vida de Ester, que era trabajadora social. Hasta allí han llegado visitas de colectivos que trabajan con adultos y menores con discapacidad para reconocer la «Sendeta d’Ester» como un proyecto de igualdad e integración.

Este lugar, cuyo nivel de dificultad de acceso es sencillo, es un espacio público, abierto a todo el mundo. Su familia, durante varias generaciones, se ha encargado de cuidarlo y conservarlo. Allí construyeron una caseta, que sostiene el trencadís que homenajea a la joven junto a una poseía que le escribió su prima adornada con las palabras cuyos valores encarnaba.

Nadia lo describe como «un lugar de descanso» que está «impecable» gracias al trabajo de todo el grupo que ha colaborado en hacer de convertir aquel pedazo de naturaleza en el mejor recuerdo de su querida Ester.

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