Hace diez años los hermanos Pablo y Gregorio Chinchilla rompieron la baraja en el sector de los apartamentos turísticos de Gandia y se aventuraron a jugar en la Champions League, ofreciendo alojamientos de alta gama orientados a un cliente de alto poder adquisitivo. Este no es, en absoluto, el perfil medio del turista de Gandia, pero con el tiempo han logrado su nicho de mercado.

Respecto de las previsiones, Chinchilla confirma que en su agencia, Apartamentos Gandia, las tres primeras semanas de agosto ya las tienen ocupadas, así como la última quincena de julio. En junio por ahora las reservas se concentran en la última semana. «Empezaron a animarse en febrero, desde entonces prácticamente todas las semanas estamos teniendo reservas», apunta.

En cuanto a las zonas, las preferencias se decantan por la primera línea, pero también, y esto quizá sea una tendencia debida a la pandemia, por el extremo norte de la playa Nord, «donde hay menos establecimientos que en el Grau pero más tranquilidad, calles más amplias y el paseo peatonal junto al cordón dunar».

Por segundo año continúan con los mismos protocolos anticovid. «Además de la limpieza y la desinfección dejamos el apartamento vacío como mínimo cinco horas entre una ocupación y otra», indica. La cancelación de la reserva es gratuita si se avisa con siete días de antelación, pero tampoco habría penalización si se decretara algún cierre perimetral en el lugar de origen o de destino del turista. «Un cierre de Madrid sería nefasto», reconoce.

En Semana Santa apenas llegaron al 40% de ocupación con turismo de la Comunitat Valenciana. Sobre el verano de 2020 cree que, al menos en su agencia, «lo salvamos muy dignamente».