Las torres de alta y media tensión suelen ser una trampa mortal para las aves rapaces. Por ese motivo, entidades ecologistas vienen pidiendo, desde hace años, que se coloquen elementos protectores en este tipo de instalaciones que eviten la electrocución de estos animales, que, en algunos casos, se encuentran amenazados de desaparición.

La protección de una torre salva a una águila pescadora en el marjal Pego-Oliva

De hecho, Iberdrola, propietaria de muchas de estas torres, ya ha protegido muchas de ellas y sigue con el trabajo para cubrir el máximo número posible.

Gracias a estos elementos de protección, el pasado sábado se pudo salvar la vida a una águila pescadora. El ejemplar había quedado atrapada en una torre de media tensión ubicada en el parque natural del Marjal de Pego-Oliva.

Esta columna tiene elementos antielectrocución instalados por le empresa eléctrica. De inmediato, se activó el rescate. Los bomberos, con la colaboración del personal del parque natural, rescataron al animal con sumo cuidado. Estaba vivo. Las personas que formaban parte del equipo de rescate realizaron una labor muy minuciosa para evitar que el ave sufriera algún daño. La desengancharon con sumo cuidado y lo pusieron a salvo.

Un veterinario se hizo cargo del animal y está cuidando ahora a esta ave, que sí ha sufrido alguna lesión que será tratada.

Desde hace unos años se está llevando a cabo un proyecto para reintroducir el águila pescadora en la Marjal de Pego-Oliva. El gran peligro son las torres y líneas eléctricas. Iberdrola ha colocado elementos de protección, lo que evitó ayer que esta ave muriera electrocutada.

Sin embargo, estas aves, en sus migraciones a África, también se topan en ese continente con estas trampas. Se posan sobre las torres para dominar el territorio y si hacen contacto con la línea sufren un tremendo calambrazo que suele fulminarlas.

Precisamente hace prácticamente un año se ponía en marcha el segundo intento de la Generalitat por reintroducir el águila pescadora en el marjal Pego-Oliva con la suelta de dos polluelos, bautizados como Bullent y Odiel, que se sumaban a un tercero, llamado Bruc, que en unos días será puesto en libertad en esta misma zona.

Esta acción se llevó a cabo después de que los cuatro ejemplares que se soltaron un año antes fallecieran, tres de ellos en África, en algunos casos por electrocución al situarse sobre poste o líneas que carecen de sistemas de protección de aves. En el parque natural que abarca los términos municipales de Pego y Oliva, las empresas eléctricas y la Administración sí que han conseguido que la mayoría de estas infraestructuras ya cuenten con elementos para evitar la muerte de aves.

Esta vez, gracias al excelente trabajo de los bomberos y del personal del parque, el águila pescadora se ha salvado. Y también fue fundamental que la columna tuviera elementos de antielectrocución.