Solo cuatro municipos de la comarca de la Safor celebran fallas. De estos, tres Gandia, Oliva y Tavernes lo hacen oficialmente, es decir, bajo los cánones administrativos y tradicionales de la fiesta desde hace años, mientras que Xeraco, con dos comisiones, lo hace de forma más local. Todas ellas, sin embargo, viven la fiesta de forma intensa y organizan un gran número de actividades a lo largo del año.
Como la pandemia lo ha trastocado absolutamente todo también ha conseguido que, aunque sea solo por este año, otra localidad saforense vea como en sus calles luce y se quema una falla. Se trata de Daimús.
Allí se plantará, el próximo 7 de octubre para que arda dos días después, coincidiendo con la festividad del 9 d’Octubre y saldrá, ni más ni menos que del taller de, Pere Baenas, todo un ganador de la sección Especial de València con la falla Convento de Jerusalén.
Esto es posible porque la localidad costera de la comarca forma parte de las 30 sin tradición fallera que ha elegido la Diputació de València para plantar un monumento, dentro del programa de ayudas al gremio de artistas falleros para paliar los efectos de la pandemia del coronavirus.
El alcalde, Javier Planes, explicaba a Levante-EMV, que el municipio va a aprovechar esta ocasión para organizar un par de días festivos entorno al monumento.
Las inéditas jornadas falleras de Daimús contarán con dos pasacalles protagonizados por la banda de música de la localidad, un castillo de fuegos artificiales y algún espectáculo musicial que se celebrará, en cualquier caso, respetando todas las medidas de seguridad que se establecen para este tipo de actividades.
Fue el artista fallero con taller en Daimús, Pere Baenas, quien propuso al ayuntamiento la «plantà» de este monumento después de ser elegido por parte de la Diputación para recibir la subvención.
La «cremà» de la falla tendrá lugar el 9 de octubre a partir de las 22 horas. Previamente se disparará un castillo de fuegos artificiales, como explicaba el alcalde, Javier Planes, a este periódico.
