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Oliva estudia ubicar la planta de biorresiduos de la Safor en el polígono Jovades

Una delegación municipal visita un centro similar en el que se trituran los desechos y la poda para convertirlos en abono orgánico

La delegación municipal olivense, en la planta de tratamiento de residuos de Guadassuar. levante-emv

El Consorcio de Residuos de la Safor, la Vall d’Albaida, la Costera, la Canal de Navarrés y el Valle de Ayora (COR), podría construir en una parcela del polígono industrial de les Jovades, en Oliva, la planta de recepción y tratamiento de residuos orgánicos, ahora también llamados biorresiduos, para convertirlo en abono ecológico.

Es la conclusión a la que se llega tras la visita de una delegación del Ayuntamiento de Oliva, encabezada por la alcaldesa, Yolanda Balaguer, a la planta de tratamiento de residuos de Guadassuar, que presta servicio para el Consorcio Ribera-Valldigna.

Después de contemplar el funcionamiento de las instalaciones y de recibir explicaciones por parte de técnicos, tanto el ayuntamiento como el COR señalaron, a través de una nota de prensa, que Oliva «se sitúa como un punto estratégico como futura ubicación de la nueva planta de biorresiduos», atendiendo a la disponibilidad de parcelas y a las buenas comunicaciones que, en muy poco tiempo, tendrá la zona industrial de les Jovades.

El presidente del COR, Vicent Muñoz, alcalde de la Font de la Figuera, señaló ayer a este periódico que, en el caso de que finalmente se adopte esa decisión, la planta de biorresiduos de Oliva recibiría la fracción de la basura que se deposita en el contenedor marrón, todavía en fase de implantación en los municipios, así como restos de poda y otros elementos susceptibles de convertirse en abono que, después, se aprovecha en parques, jardines y para la agricultura.

La de Oliva sería una instalación solo para la Safor (sin contar la Valldigna), con una capacidad aproximada de 20.000 toneladas anuales. El anuncio, si finalmente se concreta, se incluiría en el Plan de Gestión de Residuos del COR, que se está elaborando ahora y que Muñoz quiere tener listo para finales de este año.

Ese Plan de Gestión incluirá, como infraestructuras, dos pequeñas plantas de biorresiduos, una en el Valle de Ayora y otra en la Canal de Navarrés, y otras dos un poco mayores, la primera para la Costera y la Vall d’Albaida y la segunda para la Safor. Esta comarca, además, deberá disponer de otra planta, esta de más envergadura, para tratar la basura que se echa al contenedor gris. El COR mantendrá la instalación de transferencia que funciona en el polígono industrial de les Masses, en Ròtova.

Vicent Muñoz agradeció ayer la visita de la delegación municipal olivense y su disposición a acoger la planta de biorresiduos. La alcaldesa olivense, por su parte, indicó que «siguiendo una estrategia de modernización y visión de futuro de nuestros polígonos una planta de biorresiduos es una opción de generación empleo, crecimiento de industria y de reaprovechamiento de todos los residuos orgánicos para generar recursos naturales, compost, para nuestro municipio».

Proximidad Un criterio esencial de la sostenibilidad en los residuos

Uno de los aspectos que las directrices de la Unión Europa marca para la gestión de residuos es el factor de proximidad. Es decir, que la basura, de todo tipo, se trate en instalaciones situadas lo más cerca posible de donde se genera. En ese sentido, la Safor, que genera cada año más de setenta mil toneladas de residuos de todo tipo, debe prepararse para acoger las infraestructuras para reaprovecharlas o eliminarlas.

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