L’Alqueria de la Comtessa se ha convertido en el primer municipio del sur de la comarca de la Safor en asumir la titularidad del tramo de la N-332 que atraviesa su casco urbano. A partir de ahora, este ayuntamiento es propietario, para bien y para mal, de la gestión de esta vía, después de que el alcalde, Salvador Femenia, firmara hace unos días el acta de cesión por parte de la Dirección General de Carreteras.
Poco después de la liberalización de la Ap-7, que se convertía automáticamente en la vía para sacar a los miles de vehículos que cada pasaban por estas localidades, Carreteras ofreció a Bellreguard, l’Alqueria, Palmera y Oliva la posibilidad de cederles la titularidad de la N-332 en sus respectivos tramos. El Ministerio de Fomento quiere soltar lastre y ese es el motivo de la propuesta. Para tratar de convencer a los ayuntamiento, a cambio, los consistorios podían pedir una contraprestación.
En el caso de l’Alqueria, solicitó la construcción de una rotonda de acceso al polígono, algo que ya se ha ejecutado y, por tanto, ha permitido que, tras la aprobación en el pleno de la cesión, se haya podido confirmar.
De ese modo, la carretera pasa a convertirse en una calle más de la localidad, lo que permite al ayuntamiento actuar sobre ella como lo hace en cualquier otra vía de la localidad.
Aunque el consistorio llevaba a cabo el mantenimiento de este tramo en todos sus elementos menos en el asfaltado desde hace años, ahora se oficializa y eso permite dar un paso más en la anhelada humanización de una carretera con la que los vecinos y las vecinas llevan décadas conviviendo. «Siempre nos hemos encargado de la limpieza, mantenimiento de los semáforos, reparar las aceras o lo que haga falta», indicaba.
El alcalde explicaba que, entre las actuaciones que ahora tiene previsto llevar a cabo, está la mejora de la accesibilidad para los peatones, la señalización y la movilidad interna de la localidad. «Por ejemplo, ahora mismo las farolas están pegadas a las fachadas de las casas y ahora que la carretera ya es nuestra las podemos sacar a mitad de la acera». El ayuntamiento también plantea la posibilidad de crear zonas verdes, instalar bancos o ampliar aceras. En definitiva, se trata de hace más amable una carretera que tantos quebraderos de cabeza ha provocado al municipio durante años.
A estas cuestiones se suman otras ventajas. Mientras la N-332 era de titularidad estatal, cada vez que el ayuntamiento quería acometer una obra en algún suministro como la red de agua que atravesaba este tramo tenía que pedir permiso a Carreteras y esperar a que se lo concediera.
En el resto de localidades la casuística es distinta. Bellreguard, por ejemplo, condiciona la cesión a la construcción de la rotonda en el acceso norte a la localidad, una mejora urbana del tramo y a que se rebaje el asfalto en algunos puntos, ya que está por encima de la acera. Oliva, por su parte, no se plantea el cambio de titularidad hasta que no finalice la obra del enlace sur. Una vez esté acabada esta infraestructura se estudiará qué actuaciones piden como contraprestación a Carreteras. La intención del ayuntamiento es «humanizar» ese espacio con la plantación de árboles, ampliación de las aceras, creación de espacios verdes. En definitiva, crear una avenida más amable para los vecinos y las vecinas.
Por su parte, Palmera también está negociando en qué condiciones asumiría la titularidad de la carretera. El ayuntamiento reclamaba rebajar el asfalto, que está muy por encima de la acera, pero Carreteras lo ha desestimado, también ha pedido una mejora del drenaje, colocar semáforos en algunos puntos y una rotonda para el acceso al municipio.
