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Quique Llopis se preparará para el Europeo en Gandia y en el CAR de Sant Cugat

Su entrenador, Toni Puig, avanza que el objetivo en Munich es la final El vallista entrena tras el Mundial para llegar bien al 15 de agosto

Llopis y Puig en un «selfie» hecho en el Mundial de EEUU. | LEVANTE-EMV

Quique Llopis y Toni Puig ya están en modo Campeonato de Europa, tras completar su aventura mundialista en Estados Unidos. El atleta ya lleva en casa una semana y el técnico llegó ayer tras un largo y cansino viaje.

El vallista internacional con España y su entrenador y a la vez miembro del cuerpo técnico de la selección nacional afrontan ahora en un nuevo reto: el Europeo de Munich, que se disputa del 15 al 21 de agosto.

Llopis está clasificado para disputar los 110 metros vallas al igual que ha hecho en EEUU, donde pasó la primera criba pero cayó eliminado en semifinales, consolidándose en el Top16 del ranking mundial y en el nº7 en el ámbito continental.

Comenta Toni Puig sobre la actuación de su atleta en Eugene (Oregón) que «hemos cumplido, teniendo en cuenta que Quique llegaba al Mundial sin la preparación suficiente tras recuperarse de la lesión que sufrió en la temporada invernal de pista cubierta. A pesar de ello, ha tenido un buen rendimiento».

Ahora, añade el técnico, «hay que llegar al Europeo en la mejor forma posible porque en Munich el objetivo sí que es clasificarse para la final».

Para ello, destaca Puig, « no vamos a competir pero sí a entrenar a tope. Empezaremos a preparar el Europeo en Gandia y después nos concentraremos durante una semana en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat en Barcelona» con la idea de llegar en las mejores condiciones a los primeros días del campeonato, que es cuando Quique Llopis compite.

Un Mundial «peculiar»

Sobre su cometido al frente de los relevos largos de la selección española en EEUU, Toni Puig indica que «caímos eliminados en la primera ronda, pero estuvimos donde teníamos que estar. Ir al Mundial ha sido positivo porque hemos podido entrenar mucho y espero que en el Europeo, tanto los chicos como las chicas del 4x400, puedan obtener mejores resultados».

Con la experiencia de cinco mundiales a sus espaldas, el entrenador de Gandia apunta que «han sido 19 días fuera de casa y al final se nota pero un Mundial son palabras mayores y nunca cansa. Ha sido un campeonato con las peculiaridades de los americanos, pero lo peor es el cambio horario. Había 9 horas de diferencia con España y eso se nota».

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