El Ayuntamiento de Gandia ya se ha convertido en el primero de la Comunitat Valenciana en el que cualquier promotor de un edificio dotacional o comercial, sea público o privado, deberá incluir en el proyecto lo que se ha bautizado como «cubierta o terraza verde». Eso no es otra cosa que la obligación de reservar un espacio de la superficie expuesta a la intemperie para habilitar un jardín y placas fotovoltaicas.

Lo ha aprobado este jueves el pleno del ayuntamiento en lo que supone el paso definitivo de esa modificación del Plan General de Ordenación Urbana. Y un hecho destacable es que no solo no ha habido rechazo político (el PP se abstuvo), sino que tampoco se ha tenido que lidiar con alegaciones en contra, como algunos temían, por parte de promotores o constructores. Todavía más, el vicealcalde y concejal de Urbanismo, Josep Alandete, un firme defensor de esta iniciativa, se congratuló ayer de que el Instituto Valenciano de la Edificación remitiera un informe al consistorio en el que elogiaba la medida, encaminada en la línea de paliar los efectos del cambio climático en marcha y, también, en un cierto embellecimiento de aquellas terrazas que se pueden observar desde puntos altos.

Paradójicamente, se trata de un cambio en las normas de construcción que, antes incluso de entrar en vigor, ya se está aplicando. Un supermercado que se está levantando en la confluencia del paseo de les Germanies y la calle de Roís de Corella incluye su terraza verde, y también la tendrá una residencia de la tercera edad proyectada en esa misma zona del sector Beniopa-Passeig.

A partir de ahora cualquier licencia de edificios dotacionales se sumará a la lista, y eso resultará especialmente significativo en el sector de Equipamientos Privados de la playa, todavía en fase de urbanización, porque allí todos los edificios son para negocios o dotaciones.

Según estiman los técnicos, esta medida contribuirá a aislar los edificios que la apliquen, de manera que se minimizan los efectos de calentamiento a causa del incremento de las temperaturas en verano. Si la cubierta tiene una superficie considerable, incluso puede contribuir a la confortabilidad del espacio urbano en el que se encuentra. 

Las placas solares, obviamente, también están en la línea de fomentar las energías renovables y, a su vez, paliar la más que evidente subida de las temperaturas, como se ha demostrado este verano y como está ocurriendo en este octubre, que está siendo de auténtico récord en calor.

Ayudas públicas para los edificios de viviendas que se atrevan con la norma

Un jardín en la terraza puede quedar bien en un supermercado, una residencia, una nave industrial o un centro de enseñanza, pero ponerlo sobre un edificio de viviendas ya resulta más complicado. En primer lugar, porque no todas las terrazas están preparadas para una instalación de esas características y, en segundo, porque se requiere la aprobación de la comunidad de propietarios. Pero el Ayuntamiento de Gandia insistirá, animando a que, aun no siendo obligatorio, se vayan viendo terrazas verdes. El concejal Josep Alandete anunció ayer en el pleno que en breve se determinarán ayudas con esa finalidad.