La Penya Roja de Marxuquera, la zona de escalada más concurrida de la Safor y una de las más conocidas de toda la Comunitat Valenciana, ha quedado vetada para esa actividad. Los propietarios de esa parcela de montaña y de los huertos de naranja situados a sus pies, por los que se accede a la zona, no solo han situado vistosos carteles de prohibido el paso, sino que, por primera vez en décadas, la semana pasada llamaron a la Policía Nacional para que obligara a desalojar de esa roca a dos deportistas que habían acudido desde València.

Los carteles que prohíben el paso a la Penya Roja de Gandia. Levante-EMV

Ante este hecho, el Club Alpí de Gandia se ha visto obligado a comunicar a todos sus socios, y a los deportistas interesados, que «temporalmente» está prohibido el acceso a la Penya Roja, «debido a recientes acciones llevadas a cabo por los propietarios de los terrenos donde se ubica esta joya de la escalada de la Safor».

Este hecho ha causado sorpresa. En primer lugar porque pocos sabían que ese emblemático espacio forestal era una propiedad privada y, en segundo, porque durante décadas este ha sido, para escaladores de toda Europa, e incluso del mundo, un lugar privilegiado para practicar esa actividad. Según señalan los expertos eso es así especialmente durante el invierno, gracias a su perfecta orientación sur y a que dispone de líneas de ascenso con los correspondientes puntos de anclaje. Situados en la base, la subida a la Penya Roja se puede realizar, dependiendo de la preparación, por canales de nivel sencillo, medio y difícil. Muchos clubes deportivos incluyen la Penya Roja de Gandia entre los destinos más recomendables de escalada.

En conversación con este periódico la propietaria de los terrenos ha señalado que a nadie le tiene que extrañar lo ocurrido porque desde hace años vienen denunciando los perjuicios que sufren por ese tránsito a través de sus huertos. «Hemos puesto demandas, nos han robado las naranjas y ya estamos desesperados», señala la mujer, quien advierte que no han tenido más remedio que optar por llamar a la policía, y que lo seguirán haciendo cada vez que comprueben alquien ha entrado a su propiedad.

El «conflicto» ya ha generado un primer encuentro entre la propiedad y responsables del Club Alpí de Gandia, a quien se ha llegado a plantear la posibilidad de alquilar o comprar esas parcelas para que puedan seguir usándose como zona de escalada y de tránsito.

El presidente del club, Miguel Cebrián, ya ha expresado que ni la compra ni el alquiler están entre los propósitos de la entidad, y ha trasladado la cuestión al ayuntamiento por si es posible encontrar una solución que permita seguir disfrutando de esta «joya» de la escalada. El propio alcalde de la ciudad, quien recientemente ha sido informado de esta situación, estima que lo lógico sería llegar a un acuerdo satisfactorio para todos. Ahora bien, José Manuel Prieto considera que el ayuntamiento inicialmente no contempla adquirir esas propiedades privadas. Otra cosa es que se vendieran a un precio simbólico.

La Penya Roja, con las rutas indicativas de las ascensiones. Levante-EMV

El ayuntamiento tuvo que retirar un folleto

  • Los tribunales ya dieron la razón a la propiedad cuando se divulgó la Penya como zona de escalada

Hace más de diez años, viendo la enorme afluencia de excursionistas y escaladores a la Penya Roja de Marxuquera, el Ayuntamiento de Gandia decidió incluirla entre sus atractivos turísticos.

Lo hizo, de acuerdo con asociaciones deportistas, para dar a conocer un lugar tan singular de Marxuquera, en el que, al menos hasta ahora, casi siempre se encontraba algún vehículo perteneciente a los atrevidos escaladores de paredes casi verticales.

El folleto, que sin duda contribuyó al atractivo de la montaña y a un mayor número de visitantes, disgustó a los propietarios, que entonces ya se sentían perjudicados porque, según señalan, en el tránsito les robaban las naranjas y les causaban daños a unas instalaciones agrícolas que nunca han querido vallar.

Así que el folleto acabó en demanda judicial y en la victoria por parte de los propietarios, de manera que el consistorio tuvo que retirarlo y comprometerse a no divulgar la Penya Roja como punto de escalada.

Eso lo ha cumplido el ayuntamiento, pero a esas alturas el espacio ya era tan conocido que cientos de escaladores y muchos clubes mantienen entre sus sugerencias ese lugar, incluso con detalles de las rutas que se pueden realizar.

La imagen de la Penya Roja, vista desde el sur, con las líneas indicativas de los anclajes para escalarla sigue rodando en decenas de páginas, por lo que resultará difícil que los deportistas «olviden» su existencia.

Los propietarios indican a este periódico que en breve pondrán más carteles de advertencia y que denunciarán a quienes accedan a ese lugar sin permiso.