El Ayuntamiento de Gandia licitará antes de que acabe al año uno de esos novedosos y al mismo tiempo interesantes proyectos consistente en conocer el potencial de todas las cubiertas del término municipal para la instalación de placas solares. De todas las cubiertas significa eso, porque se incluyen los edificios públicos, privados, dotacionales, viviendas o naves industriales.

Un «mapa solar» de Gandia es como lo definió ayer el concejal de Economía y Hacienda, Salvador Gregori, que explicó esta iniciativa en la que se invertirán poco más de veinte mil euros y que espera que quede a disposición de cualquier persona entre los meses de febrero y marzo del año próximo.

Como ya se ha hecho en algunos municipios pequeños, entre ellos el Ràfol de Salem, se trata de llevar a cabo un estudio que determinará, entre otros aspectos, cuántas placas solares caben en un tejado y cómo habría que ubicarlas para generar la máxima potencia eléctrica posible con la luz solar. También se podría optar, en el caso de un mejor aprovechamiento, por placas solares térmicas destinadas a calentar agua. 

El mapa permitirá con facilidad a calcular el ahorro de energía, y de dinero, si se montara el sistema, así como la cantidad de CO2 que dejaría de emitirse a la atmósfera para contribuir a paliar los efectos del cambio climático.

Resumiendo, sería el equivalente a todo el estudio preliminar que se realiza, a cuenta de las empresas montadoras de placas solares o de los propietarios de los edificios, antes de decidirse por ejecutar el proyecto.

La consulta del «mapa solar» de Gandia será de lo más sencillo. A través de una página web, cualquier usuario podrá clicar sobre una cubierta situada en este término municipal, incluyendo zonas urbanas residenciales, diseminadas e industriales, para que se le faciliten los datos.

Los técnicos que redacten el mapa deberán tener en cuenta no solo la superficie de las terrazas, cubiertas o tejados, sino también su posición respecto al Sol, e incluso la existencia de elementos, como otros edificios o montañas, que pudieran ocultar la radiación en determinadas horas o épocas del año y, por lo tanto, reducir la capacidad de producir energía eléctrica o térmica.

Salvador Gregori, explicando el proyecto del mapa solar de Gandia Àlex Oltra

La pretensión, explica el concejal Gregori, no es otra que animar a todos los ciudadanos, empresarios, colectivos y particulares de la ciudad, incluyendo comunidades de vecinos, para que instalen placas solares porque, como ya se está comprobando, su rentabilidad es altísima en la mayoría de los casos. En instalaciones de máximo aprovechamiento el valor de la electricidad generada compensa la inversión en apenas cuatro o cinco años.

Para dar ejemplo, el propio ayuntamiento va a llevar a cabo su propio estudio con el fin de situar esos elementos generadores de electricidad totalmente limpia en todos los edificios municipales que no estén sometidos algún grado de protección por su valor histórico o su imagen.

«Será una herramienta interna para que los técnicos puedan planificar adecuadamente», dijo ayer el concejal de Economía y Hacienda, quien añade que así «se dinamiza la eficiencia energética y se da un paso más adelante hacia una ciudad más sostenible». Además, dejó claro que en eso de generar energía limpia y barata el consistorio no va a dudar porque solo la factura del alumbrado público y del interior de los edificios municipales asciende a 4 millones de euros anuales, el 5% del gasto corriente del ayuntamiento. «Pediremos subvenciones y trataremos que todos los edificios en los que se pueda se coloquen paneles», concluyó Gregori.