La mosca negra se trata de un insecto cuya picadura es muy dolorosa, y cada año, y cada vez aumentan más el número de estos ejemplares, sobre todo en los núcleos urbanos, hasta haberse convertido en una plaga en ciudades como València.

Otro aliciente que hace la situación cada vez más preocupante es el cambio climático, y la ola de calor de los últimos días ha propiciado que este insecto se reproduzca con más rapidez ya que aumentan el número de huevos.

"Las altas temperaturas son uno de los factores principales para que se produzca un pico en el volumen de población de mosca negra", explica el director general de la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad ambiental (ANECPLA), Jorge Galván.

Otro de los motivos que ha causado el crecimiento demográfico de la mosca negra es que cada vez hay menos murciélagos en las grandes ciudades.