El superalimento japonés de moda que produce náuseas pero es una bomba de salud

Huele a amoniaco y está cubierto de baba pero es buenísimo para la microbiota, los huesos y además reduce el colesterol

La cocina japonesa oculta tesoros para la salud. Muestra de ello es la longevidad de los habitantes de Japón, que presumen de una salud envidiable. Una de las bases de su cocina es la soja y otra el arroz y el pescado. Como en cualquier otro país, hay platos que, por muy sanos que sean, resultan cuanto menos extraños para paladares extranjeros. Japón no iba a ser una excepción y si en España, por ejemplo, los caracoles o el conejo son una delicia para el paladar que repugna a los foráneos, los nipones también pueden presumir de tener un plato fetiche e incomprendido.

Quienes lo prueban por primera vez coinciden. Es asqueroso. Su aspecto es bastante desagradable, su olor también y el sabor no mejora. De hecho huela a amoniaco. Se trata de soja fermentada y es uno de los referentes de la comida más tradicional de japón. Pese a eso, y dada su particular aspecto, no ha tenido la misma acogida en occidente que otros platos japoneses como el sushi o el ramen.

Los japoneses lo llaman 'natto' y se consigue cociendo las semillas de soja y fermentándolas con un bacilo. El resultado es todo menos apetecible para el gusto occidental. Las semillas fermentadas se cubren con una 'baba' viscosa muy característica del natto.

Un plato de natto con su baba viscosa tan característica

Un plato de natto con su baba viscosa tan característica

¿Cuándo toman natto los japonenes?

Aunque no lo parezca, el natto forma parte del desayuno tradicional de Japón, concretamente del norte, y se sirve con mostaza, puerro, arroz y salsa de soja. Al ser un producto fermentado, el natto es mucho más digerible que la soja al natural. Además, contienen contiene vitaminas, enzimas y aminoácidos esenciales que ayudan a mantener una magnífica salud.

Además de sus ventajas como parte de la dieta diaria, los últimos estudios realizados apuntan a que se puede extraer una sustancia del natto, llamada nattojinasa, que ayuda a prevenir trombos por su fuerte acción anticoagulante.,

También tiene un efecto directo sobre la flora intestinal. Al ser un producto fermentado ayuda a regenerar la flora intestinal y a reequilibrar la microbiota, educe el colesterol y cuida los huesos.