Una enfermedad, de muy niño, le sentó en una silla de ruedas. Pero nada más. Tiene su trabajo, su familia, practica deporte... y baila. Francesc Ramírez, junto a Laura Chaparro (ella sobre sus tacones), son la única pareja española de "Wheelchair Dance Latin" (baile latino en silla de ruedas).

El espíritu inquieto de Francesc le llevó a aprender a bailar sobre su silla hace tan sólo año y medio. Y ya realiza exhibiciones ante auditorios de 500 personas. Lo vio en un vídeo. En los países del Este y latinoamericanos pega fuerte. En España, menos. Se apuntó a una escuela en Girona y empezó a bailar. "La técnica viene a ser la misma, -explica- hay que ajustar la coreografía a la silla, los giros..." Empezó bailando con su esposa; luego ella lo dejó y el profesor le buscó nueva pareja. Son un "combi" -modalidad en la que uno de los bailarines va en silla de ruedas, el otro no; también existe el "dúo" cuando ambos usan la silla o la "asistida", con una tercera persona que la empuja-Quería que acudieran a una exhibición internacional en Platja d'Aro. Laura Chaparro, bailarina "amateur" desde hace ocho años, aceptó sin dudarlo. Se compenetraron. Entrenaron duro. Y triunfaron.

Él estaba nervioso "pero como cualquier otro". Con una silla de ruedas se puede bailar cualquier ritmo: vals, rock&roll, fox-trot... e incluso hip-hop (Francesc ha visto imágenes de muchachos norteamericanos). La silla debe ser ligera, que gire rápido. El esfuerzo, cuenta, "es más mental que físico, pero acabas sintiéndote cómodo, en la pista no piensas si vas o no en silla de ruedas".

Laura apunta que bailar con Francesc Ramírez -ella tiene otras parejas de baile standard- es "un poquito diferente, hay pasos que no se pueden hacer pero a cambio hay figuras que no podríamos hacer los dos de pie, tiene cosas muy bonitas".

El espíritu inquieto de Francesc, y su ánimo de superación -apoyado por los suyos- le ha convertido en un abanderado en muchas cosas. Ahora lucha por dar a conocer el baile con silla de ruedas, para que la federación catalana lo integre, y para que se le preste más atención. De momento, se costea de su bolsillo las clases, los viajes pero ya ha conseguido algunos patrocinadores para la ropa y la silla.

Cuenta con un blog -misillayyo.blogspot.com- y su propio perfil en Facebook y no para de buscar, investigar. Ahora está volcado en la danza integrada. Como ha dejado escrito "Los límites están mucho más lejos de lo que te imaginas".