Las primeras mujeres que jugaron en Wimbledon usaban vestidos largos; los pantalones de los hombres llegaban hasta los pies hasta 1946. Las piernas, aunque parezca mentira, se exhiben desde mediados del siglo pasado. En 1886, en plena sociedad victoriana, dos años después de que Maud Watson ganara la primera edición de la prueba femenina de Blanche Bingley Wimbledon tras haber tardado casi dos horas en ajustar su vestuario que incluía zapatos negros, la modista de la reina Victoria dio la respuesta oficial: "en tenis, cada mujer es libre para diseñarse su propio vestido".

Los diseñadores franceses pusieron sus ojos en estos atuendos. Suzanne Lenglen, La Gran Diva,y la española Lilí Álvarez, La Señorita, marcaron otra pequeña revolución en el mundo de la moda del tenis femenino.

Aquellas aristócratas pioneras de la cancha, que tenían que jugar con incómodos corsés y sombreros, no darían crédito a los partidos de hoy en día. En estos tiempos en que muchos deportistas han desplazado a los modelos y actores como iconos de moda, Serena Williams, Maria Kirilenko o Maria Sharapova marcan tendencia cada vez que pisan la pista. A pesar de las reglas de Wimbledon (que limita el color al blanco como base) en moda de tenis para mujer manda ahora la feminidad y el componente sexy. Las hermanas Williams se llevan la palma. Venus utilizó en Roland Garros un modelo lencero de encaje en rojo y negro. En Wimbledon, estos últimos días, se han visto flecos y volantes. Se cuida hasta el último detalle.

Otra que marca estilo es la rusa Maria Sharapova. La firma Nike le ha diseñado para este último torneo un vestido inspirado en los pétalos de la rosa inglesa. Falda avolantada y torera a juego. Impecable. Sharapova, además del tenis, cuenta con un perfume propio. A Serena Williams se la ha visto con un conjunto de la misma marca inspirada en la crema y las fresas. Con las uñas decoradas a juego.

Stella McCartney diseñó para Adidas las prendas que viste la jugadora Caroline Wozniacki. Personal y peculiar es también el estilismo de Bethanie Mattek, que ha incorporado los calcetines hasta la rodilla de aire futbolero. Moda, tecnología y deporte se dan la mano.