¿Algún rasgo de los borbones?

Todos supieron adecuarse muy bien a las circunstancias. Es famoso aquello de "París bien vale una misa", de Enrique IV, que le permitió acceder al trono de Francia.

¿Son pragmáticos?

Sí, el pragmatismo y ese verbo que se les suele aplicar, "borbonear", es decir, desarrollar la inteligencia emocional necesaria para saber qué puedes y qué no en cada momento, es característico.

¿Don Juan Carlos, también?

Y tanto. Con Torcuato Fernández Miranda y Adolfo Suárez, le dio la vuelta como un calcetín a la dictadura e hicieron la transición democrática.

¿Ve al Rey dispuesto a abdicar?

Si no es por incapacidad grave, no. A todos los reyes, pero sobre todo a los borbones, les gusta morir en la cama como reyes.

Usted ve la sucesión con "incertidumbre y vértigo", ¿por qué?

Porque los tiempos han cambiado mucho. Se dice que España es más juancarlista que monárquica. La monarquía como tal está trasnochada, aunque las escandinavas o la inglesa gozan todavía de buena salud. La sucesión del príncipe Felipe no tendrá excesivos problemas, pero qué ocurrirá si tiene un tercer hijo varón.

Habrá que reformar la Constitución.

Seguramente.

Hay otro rasgo muy borbón, la campechanía.

Es un rasgo genético. Isabel II iba en un tílburi por Madrid a cenar con sus amigos al Lhardy y tuteaba a todo el mundo. O Alfonso XII, su hijo, un bon vivant, al que gustaba confraternizar con el pueblo por las noches y ejercer de rey por las mañanas.

¿Don Juan Carlos se lleva mejor con los gobiernos socialistas que con los de la derecha?

Sí, es curioso, pero yo creo que tiene más que ver con la afinidad de carácter que con la ideología. Siempre hizo muy buenas migas con Felipe González, todo lo contrario que con Aznar, un tipo áspero.

¿Son mujeriegos?

Siempre, salvo Carlos III. Los primeros borbones -Felipe V, Fernando VI- eran muy fieles, aunque tenían un apetito sexual desmedido. Se decía que Felipe V iba a diario del tálamo al confesionario. Y a partir de Carlos IV y de Fernando VII comenzó la leyenda. Eran imparables. Es sabido que los hijos de Isabel II no eran de su marido, Francisco de Asís, alias Paco Natillas. De Alfonso XIII cuenta Román Gubern que llegó a fundar una productora de películas pornográficas.

Alfonso XIII fue nefasto para España, escribe usted.

Cometió el error de encargar el gobierno a un puño de hierro, al dictador Primo de Rivera, y, cuando quiso dar marcha atrás, ya era imposible: unas simples elecciones municipales trajeron la II República.

¿El peor Borbón?

Fernando VII, el rey felón: hay unanimidad.