El tradicional festejo de rejones volvió a concitar un elevadísimo número de aficionados en los tendidos de la plaza de toros de Castelló. Una vez más, el espectáculo contó con una gran respuesta en cuanto a asistencia de espectadores, a lo que contribuyó también lo excelente de la climatología.

Un festejo que resultó vistoso y entretenido. Y es que un año más, el encierro propiedad de José Luis Iniesta, todo un clásico en este tipo de festejos en Castelló, dio un juego notable. De correcta presentación y, a pesar de su mansedumbre de salida, en general sirvieron para la lidia y, aunque se acabaron apagado, ello se debió a lo estresante que resultan las lidias en este tipo de festejos.

Persiguió al caballo sin descanso en que abrió plaza. Tuvo poco gas el manso segundo, que luego rompió y dejó llegar mucho a su matador. Excelente el tercero, con muchos pies de salida y sin parar de embestir.

Desentendido y rajado el cuarto, con una acusada querencia a los adentros, algo apagado pero siempre queriendo el quinto y también mansón pero dejándose el que cerró plaza.

El veterano Fermín Bohórquez cumplió con una labor compuesta, eso sí, pero falta de reunión y algo fría que no terminó de tener eco en los tendidos.

Andy Cartagena volvía ayer a los ruedos tras pasar casi en blanco la temporada anterior. El benidormí puso de manifiesto que es uno de los jinetes más importantes de su particular escalafón. Templado, sobrio y mostrando una impecable monta, lució por su templanza al parar a su oponente. Muy motivado, a pesar de algún desajuste, brilló por su forma de encelar al astado, presentando siempre los pechos de la montura, apalancándose sobre las patas, cuarteando y quebrando en un palmo de terreno.

Sergio Galán puso de manifiesto entusiasmo y ganas de ser. Llevó al toro cosido a la grupa de salida, templando sus embestidas. Algo desigual clavando y quizá excesivamente gesticulante, sobresalió en el tierra a tierra y en sus cambios y balanceos. Perdió un trofeo al fallar con los aceros.

El portugués Joao Moura exhibió una ortodoxa monta en una labor que no terminó de tomar vuelo.La novedad del cartel era Noelia Mota, quien afrontaba su primer compromiso en una gran feria. Lo cierto es que anduvo entonada, correcta y solvente en una actuación más que cumplidora que contó con el apoyo de público. Y también enrazado se le vio a Manuel Manzanares, quien sobresalió en tres quiebros citando muy en corto y dejándose ver.

LA CORRIDA

Tres cuartos de entrada en tarde luminosa aunque fría. Toros de Los Espartales, bien presentados y manejables, que sirvieron a los jinetes. Fermín Bohórquez, silencio. Andy Cartagena, dos orejas. Sergio Galán, saludos. Joao Moura, silencio. Noelia Mota, vuelta tras aviso. Manuel Manzanares, ovación.

Entre las cuadrillas destacó Enrique Céspedes. Presidió Manuel Hermoso, con rigor. Pesos de los toros por orden de lidia: 537, 534, 538, 528, 508 y 507.