«Y dice usted que la publicación de este artículo supuso la destitución del entonces director de La Nueva España. Vaya, bien que lo siento... Me acabo de enterar». El economista Juan Velarde, premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales, se cambia las gafas de miope por las «lupas» de leer, y se lanza ávido a la lectura del trozo de papel que reproduce el artículo de marras: El rabo del zorro capitalista, un alegato con tintes anticapitalistas publicado el 16 de abril de 1966 en la primera página del diario citado €de Editorial Prensa Ibérica, el mismo grupo que Levante-EMV€ y firmado por J. V.

Poco se imaginaba el director del periódico por entonces, el ya difunto Juan Ramón Pérez Las Clotas, que la inserción de ese texto iba a suponer un giro inesperado en su vida y su carrera. La polémica que se montó, con repercusión incluso en medios nacionales, acabó pocas semanas después con la fulminante destitución de Pérez Las Clotas y su traslado a la corresponsalía lisboeta del diario Arriba y de la agencia de noticias Pyresa. Pero, qué decía Velarde en el artículo y, sobre todo, por qué fue tan incendiaria su publicación.

Esteban Greciet recoge los detalles en su libro Prensa y poder en la Asturias del franquismo. Greciet fija el contexto de la publicación en un momento en que acababa de ser promulgada la ley de Libertad de Prensa (8 de abril de 1966) y los periódicos del Movimiento «hacen girar sus torretas y recuperan a un viejo enemigo de su inspiración socializante: el capital». «Juan Ramón Pérez Las Clotas», relata Greciet, «interpreta que las iniciales J. V. corresponden a Jesús Vasallo, director técnico de la cadena, y, sin más, decide darle una satisfacción reproduciendo el artículo (publicado con anterioridad en Arriba) en primera plana y recuadrado. El contenido era muy fuerte y el resto de periódicos de la región reaccionaron publicando editoriales en tono de singular alarma».

Juan Velarde, haciendo ahora memoria de aquel episodio, añade otras circunstancias, entre otras, que acababan de entrar en vigor el reglamento del impuesto de la renta y la ley de Bases de la Seguridad Social. El economista no se pudo resistir a plasmar en papel su crítica a un sistema que, a su juicio, por una parte articulaba mecanismos válidos para una mejor distribución de la riqueza y miraba a otro lado cuando de hacer justicia redistributiva se trataba.

De eso hablaba Velarde en El rabo del zorro capitalista. Hasta Pueblo se hizo eco de la polvareda y los dirigentes enfilaron a Pérez Las Clotas. A quien más desapercibido pasó todo el asunto fue a Velarde, quien aún se acuerda de cómo escribió el texto: «Fue durante una oposición de la que yo era jurado; lo escribí en una pausa y lo envié a Arriba. No lo firmé J. V. por ocultar mi identidad, sino porque me pareció que firmar con mi nombre completo un texto tan pequeño parecería pedante».